Los padres adoptivos de Maloma Morales, la joven de Mairena del Aljarafe (Sevilla) cuyo secuestro, llevado a cabo, presuntamente, por su familia biológica en el Sahara, y que fue denunciado en diciembre de 2015, han pedido ayuda al Gobierno central, después de 3 meses sin poder hablar con ella.

El padre de la joven, José Morales, ha asegurado que están "indignados y muy frustrados", acusando directamente a su hermano, Mohamed Lamin, "de no permitirle hablar con nosotros, una demostración más de su falta de libertad y de la coacción a la que está sometida".

"Ya son 22 meses secuestrada y no vemos reacción contundente del Gobierno, para presionar al Frente Polisario para que imponga su autoridad y haga cumplir sus propias leyes", señala Morales.

Ha recordado que esta semana visitará los campamentos Horst Koehler, el nuevo Enviado Especial para el Sahara del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, y a finales de esta semana se celebra la EUCOCO (Conferencia Europea de Coordinación de la Solidaridad con el Sahara), donde participarán muchas asociaciones de movimiento solidario y organizaciones sociales, políticas y sindicales españolas.

Por eso, "a todos ellos quisiéramos pedirles que abandonen ya el discurso de la defensa de Derechos Humanos excluyentes y rompan una lanza por la libertad de mi hija y la de las otras 50 mujeres mayores de edad retenidas contra su voluntad en los campamentos saharauis de Tinduf, para que esta violación de derechos humanos no puede seguir ocultándose, ni mantenerse en el tiempo indefinidamente"

Ha recordado que "sólo pedimos que sean trasladadas a España, para que ellas puedan expresar su voluntad libremente y en pleno ejercicio de sus derechos en suelo español, sin presiones ni coacciones, pero con seguridad y garantías".

"Si Maloma fuera libre, como dice el Polisario, nuestra hija nunca estaría tres meses sin llamarnos, porque sabe bien cuánto nos hace sufrir y cuánto necesita ella saber cómo estamos nosotros, su familia, sus amigos y su entorno", ha dicho, lo que pide al Gobierno "que emplee los mecanismos necesarios para exigir al Polisario que propicie un encuentro de las mujeres retenidas que han hecho públicos sus casos con Horst Koehler, en la Embajada española en Argel".