Conectar las poblaciones de lince ibérico existentes en Andalucía con las creadas en los últimos años fuera de la comunidad para propiciar un intercambio genético en fluido natural es el principal reto que el proyecto Iberlince se ha marcado para los próximos años.

Así lo ha señalado en declaraciones el director del proyecto, Miguel Ángel Simón, quien ha apuntado que ese será, fundamentalmente, el objetivo central del nuevo Life que para esta especie se solicitará a Europa y que supondrá el cuarto en una serie continuada que comenzó en el año 2000.

Miguel Ángel Simón ha explicado que, tras la solicitud del tercer objetivo  –el cual se centró en el incremento de las poblaciones con reintroducción más allá de Andalucía–, concretamente en zonas de Portugal, Extremadura y Castilla-La Mancha, "lo que hay que hacer es consolidar esas áreas de reproducción nuevas y, fundamentalmente conectarlas".

"Ese es el caballo de batalla, es necesario unir todas las zonas al objeto de favorecer un intercambio genético fluido natural entre los animales", ha indicado.

Ha añadido que será "muy importante" seguir trabajando en la adopción de medidas para permeabilizar las distintas carreteras que discurren por zonas por las que se está dispersando la especie con el objetivo de minimizar el número de atropellos y que se pueda contribuir a esa conectividad.

Asimismo, se intentará favorecer los corredores naturales entre los distintos territorios y, de esta forma, garantizar la presencia y supervivencia de la especie en ellos.

El nuevo Life se solicitará a la Unión Europea en 2018, año en el que acaba la vigencia del Iberlince, y previsiblemente contará con los mismos protagonistas: Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Portugal, el Gobierno central y diferentes organizaciones ecologistas y empresariales.