El PSOE da marcha atrás y no pedirá por ahora la reprobación de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por su gestión de la crisis catalana y, especialmente, por su labor el 1 de octubre. La dirección parlamentaria del PSOE, reunida a las 9.00 horas de este martes, ha decidido solicitar la retirada de la interpelación –primer paso para una reprobación– que se iba a debatir este miércoles en el Congreso, confirmaron a 20minutos fuentes de la cúpula del grupo.

La iniciativa se registró hace dos semanas y estaba previsto que se debatiera en el Pleno del miércoles pasado. A la vista de la evolución de los acontecimientos en Cataluña, sin embargo, el PSOE pidió aplazarla. Cuando se solicita aplazar de un punto, éste se incluye de forma automática en el orden del día de la semana siguiente, de modo que la interpelación figuraba de nuevo en las previsiones para el Pleno de este miércoles.

Ahora, el grupo pide su retirada en lugar de un nuevo aplazamiento porque considera que los tiempos siguen desaconsejando pedir ahora la reprobación de la número dos de Rajoy y para evitar que la interpelación aparezca automáticamente de nuevo en la agenda del Congreso de la semana que viene. Así, en la mañana de este martes se registrará un escrito para pedir la retirada. Fuentes del grupo, no obstante, subrayan que se pedirán responsabilidades políticas "cuando toque".

En una entrevista en eldiario.es el pasado viernes, Pedro Sánchez empleó esa misma frase y dijo que el PSOE "pedirá responsabilidades al Gobierno cuando toque". Fuentes de la dirección del partido opinaron este lunes por la tarde que, en todo caso, la reprobación "se ha ganado ya de facto" porque "todo el mundo es consciente que el 1-O las cosas se hicieron muy mal". "Habrá tiempo más adelante para revisar la gestión del PP", agregaron.

La interpelación a la vicepresidenta se anunció el pasado 3 de octubre, hace ahora dos semanas. Fue entonces cuando el PSOE registró una interpelación urgente en la Cámara Baja donde preguntaba a Sáenz de Santamaría por las "instrucciones" que ordenó transmitir a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y "que dieron lugar a las cargas policiales producidas el pasado 1 de octubre en Cataluña, que dejaron un balance de centenares de heridos", según el texto de la iniciativa.

Margarita Robles, portavoz del partido en el Congreso, argumentó que Sáenz de Santamaría era quien ostentaba la "la responsabilidad política última" de lo ocurrido durante la jornada del 1-O, pues era la "coordinadora de la actuación del Gobierno". Robles dijo que las "instrucciones" de la número dos de Rajoy tenían un "contenido político clarísimo". Pedro Sánchez, dos días antes, había manifestado su "profundo desacuerdo" con las cargas policiales.

Tras conocerse la intención del PSOE de reprobar a la número dos de Rajoy, algunas voces en el partido advirtieron de lo inoportuno de la iniciativa. En público, el diputado y expresidente castellanomanchego José María Barreda afirmó que no era "oportuno" pedirla "en plena crisis del Estado", y el exvicepresidente Alfonso Guerra pidió retirarla. En privado eran algunos más quienes manifestaron su sorpresa, desconcierto e incluso cierto malestar.

Pero Pedro Sánchez y la dirección del grupo decidieron seguir adelante: un día después, fuentes de la dirección parlamentaria del PSOE subrayaron que la reprobación era "absolutamente" oportuna por el "fracaso" de Sáenz de Santamaría al impedir la votación ilegal y por las "duras" imágenes de cargas policiales que dieron "la vuelta al mundo". "No puede ser que haya pasado esto y que la persona que recibió el encargo de Rajoy no rinda cuentas", comentaron.

La iniciativa, sin embargo, comenzó a diluirse ya la semana pasada, cuando el PSOE aplazó la interpelación para, según explicó Robles, evitar que su debate en el Pleno coincidiera con la comparecencia extraordinaria del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Pregunada por si podría retirarse finalmente, la número uno de los socialistas en el Congreso replicó: "De momento sólo se ha pedido el aplazamiento". De eso hace siete días.

Ahora el PSOE desiste de censurar a Sáenz de Santamaría, que podría haber sido en la tercera integrante del gabinete de Rajoy censurada por el Congreso, pues ya fueron reprobados Rafael Catalá (Justicia) y Cristóbal Montoro (Hacienda). En los últimos días el entendimiento entre Gobierno y PSOE sobre Cataluña ha crecido: ambos han pactado abrir la reforma constitucional y acordarán también las medidas a adoptar en virtud del artículo 155 de la Constitución.