Juegos de rol, una alternativa de ocio infantil y una puerta abierta a muchos aprendizajes

Una sesión de rol infantil. Disfraces y varitas son opcionales, pero pueden sumar diversión.
Una sesión de rol infantil. Disfraces y varitas son opcionales, pero pueden sumar diversión.
M.T.
Una sesión de rol infantil. Disfraces y varitas son opcionales, pero pueden sumar diversión.

El rol es un juego de gente que se reúne con un libro de reglas a modo de brújula y un director de juego que ejerce de timonel, permitiendo que la aventura avance con bien. Un juego (unos juegos) tristemente marcado por sucesos que nada tienen que ver con lo que son, con lo que pueden aportar, con la pluralidad de personas que disfrutan imaginando ser otros (elfos, vampiros, jedis, osos panda, investigadores decimonónicos...) en todo tipo de mundos, mundos con frecuencia de base literaria o cinematográfica.

"El rol tiene una leyenda negra. Muchos lo ven como propio de gente rara, violenta, que se disfraza. Ha llovido ya desde la katana, pero sigue pesando mucho. Hasta que entran y se dan cuenta de que es gente normal pasándoselo bien sentados a una mesa". La que habla es Helena Bermejo, ilustradora conocida como Kamapon que juega al rol y ha ilustrado un buen puñado de juegos, entre ellos uno apto para el público infantil creado por su pareja, José Manuel Palacios: Guardianes de Pandemonio.

"El rol arrastra un estigma. Cuesta mucho que la sociedad lo normalice. La gente entiende mejor pagar una pasta por ir al fútbol que quedarte en casa con unos amigos inventando una historia", corrobora Roberto Alhambra, escritor y maestro de Primaria que emplea el rol con sus alumnos  y forma a otros docentes para utilizarlo.

Porque el rol es un juego de adultos, de adolescentes y también es un juego de niños. Exactamente igual que hay juegos de mesa, películas, videojuegos, libros o series de televisión que son aptos para mayores curtidos, para poco más que bebés o para toda la familia. "Además los niños son estupendos jugadores porque se creen lo que están haciendo. Lo peor si te pones a jugar al rol es el cinismo, y ellos no son cínicos, están disfrutando", sostiene Joan Tretze, autor de El sistema D13 y de numerosas viñetas que ilustran lo que es el rol con niños.

Las ventajas de hacer rodar los dados

Sumar resultados, repartir puntos de experiencia, escribir, leer, imaginar, cooperar persiguiendo un objetivo común en un grupo heterogéneo, concentrarse en una historia, explicarse, socializar... las ventajas objetivas de unir infancia y juegos de rol son muchas. 

"El rol no es una sucesión de peleas, te permite hacer muchísimas más cosas". Juls es psicóloga y la autora del blog Bebé a Mordor, una parada obligada para aquellos que quieren jugar con sus niños a juegos de rol y juegos de mesa y una presencia habitual en todo tipo de eventos hablando de las ventajas que este tipo de ocio tiene para los niños, para toda la familia:  "Sobre todo ganan confianza y autoestima. Son capaces de tomar sus propias decisiones y hacerse responsables de ellas en un entorno en el que las reglas son iguales para todos. Por supuesto, ayuda a desarrollar de vocabulario, habilidades de comunicación, matemáticas y relaciones sociales, porque están constantemente trabajando en equipo con otras personas y tienen que entenderse con los demás para llegar a un objetivo en común".

Roberto Alhambra usó mucho el rol constatando sus excelentes resultados en una escuela rural en Galicia y echa en falta más libertad para poder aprovechar su potencial ahora que está enseñando en Madrid. "En la docencia cuesta la innovación, ya no el rol", apunta. Este maestro destaca, más allá de aspectos obvios como el aprendizaje de Matemáticas o de Historia, otros factores como "la escucha activa, las habilidades sociales, las capacidades comunicativas".

"Es un elemento motivador, una vía de escape. Estamos ofreciendo una manera de divertirse sana, saludable y que potencia la lectura", destaca el maestro con entusiasmo cuando se le pregunta sobre su uso en el aula con adolescentes.

"Los beneficios de los juegos de rol se siguen estudiando en la actualidad, y van de la mano de los beneficios en general que aportan todos los juegos, en particular si se les añade un componente narrativo. Para mí son sistemas narrativos interactivos que permiten emular situaciones que no se podrían dar en otras condiciones. Poniéndome técnica, permiten simular situaciones de crisis, de las que se pueden extraer enseñanzas. Jugar es eso, ni más ni menos. Esto nos permite aprender, formar nuestra identidad y elaborar los delicados mecanismos que gobiernan las relaciones sociales. A mí esto me parece fascinante, por lo que he decidido aprender todo cuanto pueda sobre ello y desarrollar mis propias investigaciones y trabajos relacionados", explica Edanna R. Patsaki, autora del juego de rol Magissa.

Joan Tretze añade el elemento nivelador que tiene, de edad y también de género: "Tengo un sobrino de 12 y otro de 6, hay mucha diferencia de edad entre ellos. El rol es el juego con el que mejor funcionan los dos a la vez. Si jugamos a juegos de mesa hay una diferencia abrumadora entre el mayor y el pequeño. Pero el rol permite al pequeño interactuar con su hermano mayor de igual a igual. Y sus padres flipan porque les tengo cuatro horas sentados y encantados de la vida".

El rol es también, superados absurdos prejuicios, una forma de ocio que coquetea, sacudiéndose complejos, con ser considerada una expresión cultural. ¿Por qué no? El rol con frecuencia implica historias bien desarrolladas, preciosas ilustraciones y referentes culturales populares más que instaurados.

"Claro que hay un componente artístico en el rol", defiende Helena Bermejo. "Estás basando tu arte en una historia, estás ayudando a crear un mundo tirando de imaginación. De hecho creo que es imprescindible para un juego de rol que haya arte. Con frecuencia, antes de mirar los sistemas de juego o la propia historia, te paras a mirar el arte, te entra por los ojos. Un libro de rol es un pequeño libro de ilustraciones".

Apunten otra ventaja de 'rolear', anima a los niños a dibujar a sus personajes, los mundos que transitan y explorar así su creatividad y expresión artística.

¿Cuándo pueden empezar los niños a jugar al rol?

“Mi hijo pequeño, con año y medio, sabe tirar dados por la torre y le encanta”, bromea Juls, de Bebé a Mordor. Tirar dados con año y medio puede contribuir a mejorar la psicomotricidad, vigilando que los dados no le parezcan apetitosos a un niño de esa edad, pero obviamente es demasiado pronto para iniciarse. ¿Cuál es la edad óptima?

“Depende de lo que consideres rol", cuenta esta rolera desde la adolescencia, "la gente más estricta con la definición dice que el rol en vivo no es rol de verdad, pero para mí sí lo es, tienes un objetivo, unas reglas… Y eso desde los tres años lo puedes hacer perfectamente. Para jugar en mesa depende mucho del niño. A partir de los seis años, sin problema”.

"A partir de cinco años es posible jugar con muchos niños, aunque no con todos. Depende mucho de cada niño, pues existen grandes diferencias a veces entre ellos. Un niño evoluciona muy rápido en un lapso de tiempo muy corto, por lo que hay mucha flexibilidad entre unos y otros", aporta Edanna r. Patsaki.

¿Animados a jugar al rol con los niños? Pues hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta a la hora de preparar la sesión de juego. "Que la planifiquen, que partan de una base pensada para luego improvisar. Es preciso ser muy flexibles porque los niños te llevan la historia por dónde les da la gana. Pero que se atrevan, que se lancen. Los niños lo van a agradecer", asegura Juls.

En la misma línea habla Edanna: "recomiendo siempre, que no le den tanta importancia al sistema en un principio. Es muy importante relajarse y dejarse llevar. Es su juego, el de todos los que estén presentes, por lo que tienen derecho a llevarlo como les plazca".

"Si cuentas cómo es un juego de rol, la gente no lo entiende, pero cuando lo ven jugar se dan cuenta de que no es tan complicado. Hay casos de gente que se mete a máster con niños sin haber jugado nunca. Yo les recomendaría que vieran antes una partida, que fueran a un club o unas jornadas y vieran cómo lo hacen", recomienda Joan Tretze a aquellos que se animen a explorar multiversos.

Más consejos de Tretze, que lleva dirigiendo partidas desde la adolescencia:"que tengan empatía con los niños, mucha mano izquierda y que no incentiven la competición entre ellos, que no haya piques, que entiendan que es un juego cooperativo. Si se puede, también puede ser buena idea infiltrar a un adulto en la partida, que no sea líder del grupo pero que aporte un poco de sentido común".

¿Que son los niños los que quieren dirigir el juego, inventando sus propias historias y reaccionando a lo que decidan hacer el resto de jugadores?. Pues perfecto. "Para hacer bien de máster hay que tener quince o dieciséis años, pero se puede ser máster a partir de los ocho. Se están inventando cosas chulas. ¿Por qué no?", defiende Tretze.

Roberto Alhambra lo ilustra con una anécdota: "en el colegio gallego jugaba con Pequeños detectives de monstruos con niños de 6, 7 y 8 años. Después de 5 o 6 partidas un niño me dijo que quería ser máster. Era muy bueno académicamente, pero le costaba hablar en voz alta. Pues hizo la partida, nos dirigió y fue genial para su desarrollo personal".

Cuatro juegos de rol para triunfar con los niños

Los cuatro títulos destacados, todos de autoría española, son los que se repiten constantemente en cualquier conversación que versa sobre juegos de rol infantiles, pero tras esta lista se pueden encontrar más sugerencias. Y cualquier juego de rol concebido para adultos puede adaptarse para jugar con niños. Así lo defiende Joan Tretze, "lo importante es el contenido de la partida, no el libro en sí".

Roberto Alhambra de hecho rehúsa hablar de títulos concretos e invita a buscar aquellas temáticas que más motiven a los niños. "Los primeros años no use ningún juego oficial, me los fui inventando según lo que quería lograr. Si quieren jugar a Frozen, pues jugamos a que somos el muñeco de nieve y el reno con una mecánica muy sencilla".

Es más, ni siquiera es preciso empezar directamente con un libro de rol al uso, hay muchos recursos digitales al alcance de la mano. Juls, de Bebé a Mordor, apunta que "para la gente que empieza pidiendo algo muy sencillo recomiendo Caballeros y princesas. Es una página en PDF y cualquiera que lo lea siente que puede empezar a jugar".

Magissa.
Es el título que más repiten los entrevistados cuando se piden recomendaciones de juegos de rol para niños. "Magissa es de lo más flexible. Es un mundo de fantasía que conocemos, fácil de imaginar y cómodo de jugar, apto a partir de seis años", explica Juls. "Tiene mucho recorrido", añade Joan Tretze, que comenzó jugando aventuras sueltas con sus sobrinos en este mundo pero que dio pronto el salto a una campaña, "que permite crecer a sus personajes y jugar de forma un poco más épica, les ha enganchado más".
  • NoSoloRol. 24,99 euros impreso digital, 10 euros la copia digital. A partir de seis años.  232 páginas. Autores: Edanna R. Patsaki y Fernando R. Reyes. Arte: John Bauer, Alba Porta, Virginia Berrocal y otros.

Guardianes de Pandemonio
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"Me parece una cucada y a nivel de ambientación me parece muy original, con un bestiario súper completo", asegura Juls. "No es infantil pero funciona muy bien con niños", explica Joan Tretze.

Helena (Kamapon) coincide con su apreciación: "Lo hicimos para que pudiera jugar todo el mundo. Es para niños desde el punto de vista de que tiene un sistema muy sencillo, no tienes que sumar puntos, tienes unos dados con mases y menos. Y son osos panda, que es un factor más para que a los niños les guste, pero que puedas hacer algo muy sencillito, rápido y cuqui no quiere decir que no puedas llevar la historia a todo lo siniestro oscuro o difícil que se te ocurra".

  • Holocubierta. 19,95 euros. 160 páginas. Autor: José Manuel Palacios. Arte: Helena Bermejo.

Hora de Aventuras
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Puede gustar especialmente por la familiaridad con Jake, Finn y el resto de personajes del disparatado País de Ooo, conocidos por la popular serie de televisión. La verdad es que sorprende que no haya más licencias de éxito entre la infancia apuntándose a tener su juego de rol

El juego de Hora de Aventuras invita a los niños a hacer todo tipo de locuras y, según Juls, "es muy chulo para niños a partir de siete u ocho años".

  • NoSoloRol. 29,99 euros impreso digital, 10 euros la copia digital. A partir de seis años.  240 páginas. Autores: Manuel J. Sueiro, Iván Sánchez, Pedro J. Ramos y Sergio M. Vergara. Arte: Javier Charro y Cecilia Jos

Pequeños detectives de monstruos
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Este juego de detectives,  el más liviano en número de páginas, tiene el plus de ayudar a perderle el miedo a los monstruos. Y tiene una temática que casa maravillosamente con las celebraciones de Halloween.  Es el juego que la autora de Bebé a Mordor ha empleado con su hijo mayor desde que tenía tres años: "Es también muy sencillo y la temática para los niños es muy atractiva. Es una historia dentro de una casa". Edanna coincide en que "es ideal para empezar".
  • NoSoloRol. 24,99 euros impreso digital, 10 euros la copia digital. A partir de tres años. 96 páginas. Autores: Patricia de Blas y Álvaro Corcín. Arte: Patricia de Blas y Álvaro Corcín.
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