Investigadores apuntan "indicios claros" de que el acusado es el autor del doble crimen de Arbo

  • La tercera sesión del juicio por el doble crimen de Arbo que se celebra en la Audiencia Provincial de Pontevedra tuvo como protagonistas a los agentes de la Guardia Civil que trabajaron en la investigación, quienes señalaron la existencia de "indicios claros" de que el acusado, Arturo D.S., es el autor de los disparos que acabaron con la vida de su expareja, Beatriz Rodríguez, y del novio de ésta, Sergio Rodríguez.

Todos los investigadores que este miércoles declararon ante el tribunal del jurado en la Sección Segunda de la Audiencia indicaron que desde el primer momento vieron una actitud "obsesiva" y "controladora" en el acusado hacia su ex compañera sentimental.

"Tenía que ser suya, su vida estaba enfocada a ella", ha explicado el director de la investigación. "Sabía perfectamente" dónde estaba Beatriz "en todo momento", afirmó. Por eso "nos pareció raro" que él se mostrara siempre "muy tranquilo", una actitud que valoraron "no es algo normal cuando dice estar tan enamorado". Ni se interesó por los detalles cuando ella apareció muerta "ni por quien podría haber sido".

Los agentes de la Guardia Civil apreciaron "contradicciones" en la declaración de Arturo, y destacaron que no facilitó la investigación, impidiendo el acceso a las armas que tenía en casa, negándose a realizar las pruebas para detectar residuos de disparos en el cuerpo y la ropa y no revelando el código de desbloqueo del teléfono para poder revisar la información que contenía.

VIDEOS

Aun así, la Guardia Civil logró recuperar de su móvil videos de la vigilancia a Beatriz, conversaciones de WhatsApp en donde el acusado afirmaba "marcho antes de que corra sangre, hay mucho valiente" o archivos de audio con amenazas a su expareja y en los que reconoce haber pagado a gente para perseguir a las víctimas.

Finalmente los forenses explicaron que ninguna de las dos víctimas tuvo oportunidad de defenderse. Señalaron que Beatriz fue la primera en morir de un disparo "certero" en la cabeza desde el exterior del vehículo "a metro o metro y medio de distancia".

Concluyeron que era un tirador "muy bueno", porque ese disparo "no está a la altura de cualquier persona". Y señalaron que Sergio trató de huir, pero recibió un tiro en el cuello y la cara "a cañón tocante". La escopeta estaba en contacto con la víctima o "a una distancia mínima", han concluido.

El juicio en la Audiencia Provincial de Pontevedra se retomará este jueves.

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