El Gobierno central ha rechazado la repuesta que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha dado finalmente al requerimiento que le envió hace ocho días.

En un comunicado, anuncia que ha "constatado la negativa" del líder catalán y que "continuará con los trámites previstos en el artículo 155 de la Constitución para restaurar la legalidad en el autogobierno de Cataluña". Puigdemont desliza en su misiva que no declaró la independencia, pero dice que el Parlament lo hará si el Gobierno aplica el artículo 155.

Y el Ejecutivo lo hará: ha convocado para el próximo sábado un Consejo de Ministros extraordinario que aprobará "las medidas que elevará al Senado a fin de proteger el interés general de los españoles" y restaurar "el orden constitucional".

El Ejecutivo le ha dado las gracias a las "distintas formaciones políticas" con las que está cerrando "una respuesta mayoritaria y consensuada al desafío secesionista", es decir, al PSOE y a Ciudadanos.

A Puigdemont y a su Govern, además, les acusa de "buscar , deliberada y sistemáticamente , el enfrentamiento institucional a pesar del grave daño que se está causando a la convivencia y la estructura económica de Cataluña".