Desde la Diputación de Almería, han informado en un comunicado de que en la conferencia han participado cerca de medio centenar de personas llegadas desde diferentes puntos de la provincia, con el ánimo de compartir una jornada de reflexión sobre el papel que juega la mujer rural en la sociedad y la necesidad de su visibilización.

La diputada de Igualdad, Dolores Martínez, ha explicado que "con esta conferencia queremos conmemorar el Día de la Mujer Rural y dar a conocer la Ley de la Titularidad Compartida en Explotaciones Agrarias. Aunque se ha avanzado mucho en este ámbito, aún hay escollos que salvar para darle visibilidad a las mujeres en el entorno rural y contribuir, con esta paridad legislativa, al asentamiento de la población en el ámbito rural".

Rita Mateos, ha hablado de la importancia de esta ley que, posteriormente, también ha tratado en su conferencia, y ha recordado que "ha sido muy demandada por las asociaciones agrarias y es una herramienta muy eficaz para las mujeres que trabajan en el campo. Vamos a abordar sus ámbito de actuación y sus efectos desde el conocimiento que tenemos en nuestra asociación, ya que hemos estado más de diez años reclamándola hasta que por fin, se aprobó en 2012".

Las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y el 43 por ciento de la mano de obra agrícola. Su actividad en este sector siempre ha sido intensa, sin embargo, su trabajo se ha caracterizado por estar invisibilizado al no gozar del suficiente reconocimiento jurídico, económico y social.

Aunque las mujeres suponen más de un tercio de las personas que trabajan en las explotaciones agrarias familiares, en la mayor parte de los casos tan sólo los hombres figuran como titulares de las mismas. Además, a pesar de compartir las tareas agrícolas con sus parejas, estas actividades son vistas como una extensión de sus tareas domésticas y de cuidados.

El mantenimiento de esta situación de desigualdad e invisibilización del trabajo de las mujeres rurales en el sector agrario tiene consecuencias negativas para ellas mismas, en particular, y para la sociedad en general.

En las unidades familiares, la adscripción a la figura de titular por un único miembro produce de facto una desigualdad cuando la actividad se realiza en pareja, ya que de cara a la sociedad únicamente uno de ellos es el responsable y representante legal de la actividad. Generalmente, el titular es el hombre mientras que la mujer pasa a denominarse "ayuda familiar".

Así, el 71,19 por ciento de los titulares de explotaciones agrarias son hombres, frente al 28,81 por ciento que representan las mujeres. Por lo tanto, la figura de la titularidad única dificulta la plena igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito agrario y en el ámbito rural.