El Hospital Josep Trueta de Girona ha implantado por primera vez en Catalunya una nueva vàlvula cardíaca biológica que aumenta el rendimiento, con un funcionamiento óptimo de 20 años, y permite la renovación por vía percutania -a través de un catéter-, sin necesidad de reoperaciones a corazón abierto.

En un comunicado este viernes, el hospital ha explicado que el Servicio de Cirugía Cardíaca ha implantado este octubre la primera válvula a un paciente de 66 años que sufría una valvulopatía aórtica, y que convierte al centro en el primer hospital en implantarla en Catalunya y el tercero en el Estado.

Las válvulas habituales tienen como principal inconveniente la calcificación y el deterioro que afecta a su funcionamiento y obliga a volver a operar al paciente al cabo de 15 años de la intervención.

Esta válvula innovadora incorpora un tratamiento especial que retrasa la calcificación, alargando el rendimiento óptimo hasta unos 20 años y, llegada la necesidad de sustituirla, está preparada para acoger una nueva válvula dentro de sí, que se implanta por vía percutania y evita volver a operar a corazón abierto a una edad ya muy avanzada.

El Josep Trueta participará en un estudio multicéntrico europeo que analizará las ventajas de esta nueva prótesis, que en Europa solo se ha implantado en el Reino Unido, Suecia, Suiza y España, donde anteriormente al de Girona la han utilizado dos hospitales, en Murcia y La Coruña.

BIOLÓGICAS Y MECÁNICAS

Las prótesis mecánicas son la alternativa a las biológicas, y aunque tienen una duración mucho más larga, requieren tomar una medicación anticoagulante que puede generar problemas de sangrado al paciente y le obliga a llevar un control de la dieta más estricto que en el caso de las biológicas.

En pacientes de menos de 65 años se suele optar por las mecánicas, para evitar que tengan que someterse a una nueva operación a corazón abierto, y se opta por válvulas biológicas en mujeres que quieren quedarse embarazadas -y no pueden tomar anticoagulantes- y en pacientes mayores de 70 años, en los que se considera que la prótesis será válida hasta el final de su vida.

El Josep Trueta realizó en 2016 un total de 75 operaciones para implantar válvulas aórticas, y los responsables del Servicio de Cirugía Cardíaca han presentado este caso en el Congreso de la Asociación Europea de Cirguía Cardíaca en Viena (Austria).