Los alcaldes del área de Vigo se han reunido este lunes, convocados por el regidor olívico, Abel Caballero, para poner sobre la mesa los efectos de los incendios que asolaron la comarca hace una semana y para articular fórmulas de acción encaminadas a paliar esos daños, y han acordado solicitar las ayudas disponibles por parte de Xunta, Gobierno central y también del Fondo de Solidaridad de la UE.

En esta reunión estuvieron presentes, además del alcalde de Vigo y la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, los regidores de

Nigrán, Ponteareas, Gondomar, Fornelos de Montes, Salceda de Caselas, Mondariz, O Porriño y As Neves. Los alcaldes del PP (Redondela, Baiona, Mos y Pazos de Borbén) también fueron convocados pero optaron por no acudir.

Tras el encuentro, Caballero ha explicado que los ayuntamientos acudirán a tres vías para solicitar ayudas: por un lado pedirán la aplicación de la ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil, que contempla la declaración de zonas afectadas por emergencias. En este caso, la solicitud debe tramitarse desde las alcaldías, las juntas de gobierno o los plenos, y los ayuntamientos deben aportar una memoria detallada de los daños.

Asimismo, se recurrirá a una segunda vía: la de las ayudas contempladas en el decreto 102/2017 aprobado por la Xunta el pasado 19 de octubre, y que servirán "para complementar" las acciones que no sean cubiertas por ayudas del Gobierno de España.

Finalmente, según ha explicado Caballero, se pedirá a la administración central que tramite la solicitud de ayudas con cargo al Fondo de Solidaridad de la UE, "pensado para catástrofes naturales graves". En este caso, deben acreditarse daños por valor superior a los 3.000 millones de euros, pero los alcaldes han expresado su confianza en que el Gobierno de España "puede "argumentar esa cifra", si no en Galicia únicamente, sumando los daños a los de otras áreas.

"UN ANTES Y UN DESPUÉS"

El alcalde de Vigo ha incidido en que los incendios ocurridos los pasados 14 y 15 de octubre deben suponer "un antes y un después" en la política forestal de Galicia y de España, y

ha advertido de que "hay que tomar múltiples decisiones" para evitar que se repita la catástrofe.

Así, Caballero ha abogado por plantear nuevas políticas forestales, de acuerdo con técnicos y expertos, que contemplen, entre otros factores, las nuevas condiciones impuestas por el cambio climático. "El monte ya no se puede considerar solo desde la variable económica", ha manifestado, y ha advertido de que esas nuevas acciones requieren de "recursos".

Precisamente por ello, ha hecho hincapié en la importancia de las ayudas europeas para la recuperación de los espacios afectados. Según ha señalado, "la reforestación es la clave", y si se quiere repoblar los montes gallegos con especies autóctonas, cuyo crecimiento es más lento, hará falta "un trabajo de años" y "ayudas continuas durante mucho tiempo".

OTROS CAMBIOS

Además de una nueva política forestal, los alcaldes han reclamado cambios en otros aspectos, por ejemplo, en los protocolos de actuación. A ese respecto, Caballero ha reclamado que los alcaldes y responsables locales de los sistemas de alerta en caso de incendios tengan "líneas abiertas, directas y permanentes" con los responsables de extinción de la Xunta. "No puede ser que, en una situación de emergencia, un alcalde tenga que llamar al 112 y que no pueda hablar porque el número está colapsado", ha apuntado.

El regidor olívico también ha abogado por una "cooperación permanente" entre los ayuntamientos tanto en las labores de prevención como en la utilización de recursos. Del mismo modo, ha señalado la necesidad de operar cambios en la legislación para que los ayuntamientos puedan actuar de forma inmediata sobre las parcelas y montes privados en caso de que éstos no cumplan las condiciones de seguridad exigidas.

ACCIONES INMEDIATAS

Con respecto a las acciones inmediatas para paliar los efectos de los incendios, los alcaldes han coincidido en señalar que las medidas que se adopten en los espacios incendiados deben contar con supervisión técnica, "para no hacer más daño del que ya causó el fuego".

En el caso de Vigo, se han empezado a esparcir 17 toneladas de paja en los montes incendiados para facilitar el aglomerado del suelo e impedir arrastre de cenizas en caso de lluvias. Según ha avanzado Caballero, el Ayuntamiento comprará otras 34 toneladas de paja para continuar con esta actuación.

Sin embargo, los ayuntamientos más pequeños, con menos capacidad económica, tienen dificultades para afrontar algunas de las tareas de recuperación, y echan mano de voluntarios para trabajar en la reposición de servicios, reparto de agua potable, etc.

Por ello, regidores como el de As Neves, ha urgido a la Xunta a poner a disposición de estos municipios una línea de crédito abierta de forma "inmediata". "La competencia (sobre política forestal) es de la Xunta, a través de la Dirección Xeral de Montes", ha recordado Xosé Manuel Rodríguez.