El Senado autoriza al Gobierno a aplicar el 155 contra el chantaje independentista

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, minutos antes de comenzar el debate en el Senado.
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, minutos antes de comenzar el debate en el Senado.
EFE
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, minutos antes de comenzar el debate en el Senado.

Algo más de media hora después de que el Parlament catalán proclamara la independencia, el Senado autorizó al Gobierno a emplear en Cataluña medidas excepcionales en virtud del artículo 155 de la Constitución. La activación, a las 16.09 horas de este viernes 27 de octubre y por primera vez en la Historia, de este precepto inspirado en los mecanismos de coerción federal de estados como Alemania, permite forzar a la Generalitat y al resto de las instituciones catalanas a cumplir la ley, y se traducirá, entre otras medidas, en el cese del president Puigdemont y su Govern.

A favor de la aprobación del artículo 155 votaron en la Cámara Alta el PP –que dispone en ella de una amplia mayoría absoluta–, el PSOE –salvo el balear Xisco Antich y el senador y expresident Montilla, único representante del PSC, que se ausentaron de la votación–, Ciudadanos y grupos minoritarios como Coalición Canaria. En contra, Unidos Podemos y las formaciones nacionalistas (ERC, PDeCAT, PNV y EH Bildu). El resultado final fue de 214 votos a favor, 47 votos en contra y una abstención. Así culminó un maratoniano debate de más de seis horas, tenso por momentos, al que asistieron Rajoy y nueve ministros.

Con respecto a las medidas aprobadas el sábado 21 de octubre por el Consejo de Ministros, el PP aceptó una modificación del PSOE que pide el uso proporcional del 155 y anticipar su cese si desaparecen "las causas que lo motivan". También, a última hora, votó a favor de otra enmienda socialista que reclamaba no intervenir los medios públicos de comunicación catalanes. Durante el debate parlamentario, conocida la propuesta de resolución de Junts pel Si en el Parlament, el PSOE retiró una tercera enmienda que pedía suspender la entrada en vigor del 155 si Puigdemont convocaba elecciones en el marco de la legalidad.

Rajoy: "No hay alternativa"

En su intervención, el presidente Rajoy defendió que "no hay alternativa" a aplicar el artículo 155 con cuatro propósitos: la vuelta a la legalidad frente a unos gobernantes catalanes "que se rebelan contra la ley", recuperar la confianza, mantener los altos niveles de crecimiento y la creación de empleo, y celebrar elecciones "en situación de normalidad institucional". "Lo único que se puede y debe hacer es acudir a la ley para hacer cumplir la ley", subrayó.

Rajoy defendió que este precepto constitucional, de uso inédito, es "legal" y "democrático", que no busca "suspender la autonomía" sino "consolidarla", que no pretende "eliminar derechos" sino "protegerlos", que no "amenaza a Cataluña", sino que impide que sus actuales gobernantes "abusen" de ella con sus "decisiones antidemocráticas" y "contrarias a la ley", y con su "violación palmaria de las leyes y, por tanto, de los derechos de todos los ciudadanos y la democracia".

Porque esa es la actitud de Puigdemont y su Govern, consideró Rajoy: lanzar un "desafío de dimensiones inéditas" a la "ley" y al "Estado", consistente en la "derogación de la legalidad", el "cierre" del Parlament y en hacer "caso omiso" a los tribunales. "Un conjunto de actuaciones ilegales y antidemocráticas –resumió– que acaban con la convivencia, fracturan la sociedad y perjudican la economía". Y ante eso, zanjó, "ha llegado el momento de que se imponga la ley".

El presidente rechazó las críticas por la falta de diálogo que le atribuye buena parte de la oposición. Si no ha habido diálogo, dijo, es porque los independentistas sólo le propusieron hablar de "los términos y los plazos" de la independencia. Pero ofertas no faltaron, esgrimió Rajoy, que criticó a Puigdemont por no responder a los requerimientos del Gobierno, por no acudir al Senado y por "embarcar" con "embustes" a los ciudadanos "en viajes imposibles a una Ítaca que no existen".

"Y la realidad manipulada o ignorada siempre acaba preparando su venganza", advirtió el presidente del Gobierno, que reclamó "un respuesta a la altura" de las circunstancias a los grupos de la oposición para proteger el Estado de los ataques de Puigdemont: "Él y sólo él ha decidido que continúe el 155", concluyó..

El PSOE abandona toda esperanza

En esa apelación de Rajoy a la oposición insistió a renglón seguido José Manuel Barreiro, portavoz del PP, que demandó al resto de grupos "no hacer política de regate corto". El discurso de Rajoy, además, fue recibido con una sonora ovación de más de un minuto del grupo popular, lo que provocó críticas de la oposición. El portavoz del PSOE, Ander Gil, advirtió de que este viernes es un día "trascendente" que requiere de "discursos de Estado" y "menos mítines políticos".

Los socialistas buscaron hasta el último minuto que el PP aceptara una enmienda que pedía paralizar el 155 si Puigdemont convocaba elecciones en el marco de la legalidad. Pero cuando se conoció la propuesta de resolución de Junts pel Si en el Parlament catalán, que propone fundar la república catalana, Gil, abandonó toda esperanza y retiró esa propuesta de modificación. Los independentistas, lamentó Gil, habían dado ya un "portazo" a la última oferta "sincera" de "diálogo" que estaba sobre la mesa.

En su intervención inicial, manifestó el apoyo del PSOE "a la Constitución frente a la arbitrariedad" y su lealtad tanto a la Carta Magna como al Estado de derecho. Al tiempo, avisó de los socialistas están con la Constitución, "no con el Gobierno", lo que implica que tienen "obligación de ser oposición" y que, por tanto, estarán vigilantes de que las medidas excepcionales se apliquen con "mesura y eficacia". También defendió la enmienda relativa a TV3, que el PP admitió a última hora.

Gil reprochó a los grupos catalanes del Senado que "hay que querer muy poco a Cataluña" como para "haber llegado a este punto" y advirtió al president Puigdemont de que tanto "la Historia" como "los tribunales de justicia" le juzgarán. El socialista reivindicó la Constitución de 1978, que logró "unir un país dividido", pero también apostó por la reforma constitucional : "No hay otra solución", dijo en su última intervención.

Unidos Podemos acusa al PP de "imposición"

El grupo de Unidos Podemos votó en contra. Su portavoz, Óscar Guardingo, también criticó la ovación del PP a Rajoy –"hay aplausos que hieren y no se entienden", dijo– y desplegó una dura intervención en la que acusó a Ejecutivo y populares de quererse "sólo a sí mismos" y no "a Cataluña" y de, con la aplicación del 155, "poner punto final a los pactos constitucionales de 1978", "liquidar consensos" e intervenir Cataluña por la "vía rápida" y "autoritaria".

"El PP no ha tenido vergüenza", dijo Guardingo, que consideró que quiere "ganar por la fuerza lo que no ganan por las urnas" y "gobernar por la vía de la imposición" en Cataluña. El senador del grupo morado pidió un "nuevo pacto territorial" que construya "un país de países plurinacional" y de "soberanías compartidas" y reconozca "diferentes identidades". Finalmente, criticó al PSOE por apoyar el 155, que "no es un bisturí, sino una motosierra que va a producir amputaciones", advirtió.

También criticó al PSOE por "abrocharse al PP" el portavoz en la Cámara Alta de Unidos Podemos, Ramón Espinar, que intervino en un turno posterior y acusó al PP de "jalear como hoolingans" la intervención de la Generalitat. "Han ovacionado la suspensión de la autonomía de Cataluña. No pueden tener tantas ganas de revancha y de venganza. Vergüenza y oprobio, señorías", les dijo el senador morado, que acusó a los populares de "romper España más que nadie" y defendió la propuesta de un referéndum "pactado" como para salida a la sitaución actual.

El 155 llega tarde para Ciudadanos

El portavoz de Ciudadanos –que en el Senado está en el grupo mixto–, Francisco Javier Alegre, expresó el apoyo cerrado de su grupo a la aplicación del 155 y reprochó a Rajoy que, con su "inacción", haya permitido que se llegue "hasta aquí": "Se tenían que haber puesto a trabajar cuando Artur Mas entró en esa deriva de secesión. Permitió el 9N [de 2014], han mirado hacia otro lado con el adoctrinamiento y la colonización de los medios de comunicación en Cataluña, han pactado con los nacionalistas, han protegido al capo Pujol...", enumeró.

El senador del partido naranja consideró que, ante un Govern que "se declara en rebelión" y trata de poner en marcha un "proyecto excluyente y xenófobo", el Gobierno de la nación "tiene la obligación de actuar" para "restaurar" la autonomía, poner "urnas de verdad y con garantías", restituir "la convivencia y la seguridad económica" y acabar con el "golpe a la democracia" del secesionismo. "No hay nada más constitucional que aplicar la constitución. Todos los españoles se lo merecen", apuntó.

Duras críticas de catalanes y vascos

Las formaciones nacionalistas (ERC, PDeCAT, PNV, EH Bildu) criticaron duramente la propuesta de aplicar el artículo 155. La senadora Mirella Cortés (ERC), subrayó que su partido se mantiene "firme" en el propósito de proclamar la república catalana. "No daremos ni un paso atrás. Visca la república catalana", proclamó desde la tribuna de oradores, desde la que también aseveró que "más de la mitad" de los catalanes quieren la independencia: "Nos han demostrado que el encaje de Cataluña es imposible en España, y se lo han demostrado incluso a la Cataluña que quiere ser española", afirmó.

La portavoz independentista acusó al PP de ser "el partido más corrupto de toda Europa" y avisó a PSOE y Ciudadanos de que les harán "cómplices" de "lo que pueda suceder en Cataluña" con la aplicación de medidas coercitivas. Su adjunto, Quim Ayats, defendió un voto particular al dictamen de la comisión que ha tramitado el 155 en el Senado, en el que calificó de "inconstitucional" la disolución del Govern y la convocatoria de elecciones al Parlament por parte del Gobierno central. "Hoy van a ganar una votación, pero nos pierden definitivamente a todos nosotros. Nos vamos, adiós y muchas gracias", dijo en otro turno a la bancada del PP el senador Bernat Picornell.

En esa misma línea, Josep Lluís Cleries (PDeCAT), opinó que el discurso de Rajoy y el PP suena a "la música del A por ellos", y les acusó de querer llevar a los catalanes "a 1975, en blanco y negro, pero muy negro". "Ya saben lo que había en 1975", comentó. Cleries advirtió de que su partido no va a "reconocer" a Rajoy como president de la Generalitat ni a los ministros del Estado como consellers. "Seremos fieles al president Puigdemont, a sus consellers y al Parlament democrático, no a ustedes", apuntó.

Cleríes acusó al Gobierno de "represor y antidemocrático", de acudir "a porrazos" en Cataluña cuando "la gente votaba el 1-O de forma cívica", y de no querer "dialogar con Cataluña". "Quieren imponernos su adoctrinamiento, y eso no es democracia, es imposición y adoctrinamiento (...). Esto es un ataque a la democracia, ustedes suspenden la democracia en Cataluña. Quieren usurpar el resultado de las urnas del 27 de septiembre [de 2015] y otorgarse un Gobierno", acusó.

El portavoz del PNV, Jokin Bildarratz, alertó por su parte de que el 155 "sabemos cómo empieza pero no cómo acaba", y pidió a Rajoy "medir sus pasos" porque lo previsible es que la aplicación de medidas excepcionales sólo sirva para "profundizar en el problema". "Es una decisión grave, extrema y desproporcionada que de ninguna manera vamos a avalar", dijo el senador vasco, para quien el 155 es un "punto de inflexión de difícil retorno".

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