La crisis catalana de Podemos se agrava tras forzar Iglesias la coalición con Colau para el 21D

Albano-Dante Fachin, secretario general de Podem, en una rueda de prensa.
Albano-Dante Fachin, secretario general de Podem, en una rueda de prensa.
EFE / JAVIER ETXEZARRETA
Albano-Dante Fachin, secretario general de Podem, en una rueda de prensa.

Las tensiones internas que vive Podemos en las últimas semanas por la situación política catalana se agravaron este martes al desafiar Albano-Dante Fachin, líder de Podem Catalunya, los planteamientos de Pablo Iglesias. Fachin se revolvió contra la intervención de la dirección estatal de Podemos en la organización catalana, decidida el domingo para forzar que Podem concurra a las autonómicas del 21D en coalición con los comunes de Ada Colau y Xavier Domènech –previsible candidato–.

En síntesis, lo acordado por la cúpula estatal en la noche del domingo fue convocar una consulta a los inscritos entre este miércoles 1 de noviembre y el día 7 para responder, con un o un no, si Podem y Catalunya en Comú deben coaligarse para las autonómicas del 21D. La secretaría de Organización, pilotada por Pablo Echenique, justificó ese puñetazo en la mesa por la "incertidumbre" generada por declaraciones y comunicados que "sugerían" que Podem quería aliarse con independentistas.

De hecho, sólo minutos antes de conocerse esa intervención, calificada por muchos en el partido como un auténtico "artículo 155 a nivel interno", la dirección de Podem había acuerdado abrir una "ronda de contactos" con "organizaciones políticas y sociales comprometidas con la defensa de los valores democráticos", los "derechos sociales" y el "derecho a decidir del pueblo catalán", sin excluir a los independentistas, para decidir la fórmula de participación en los comicios autonómicos.

Este martes, en una rueda de prensa en Barcelona, Fachin dijo que la votación convocada es una "imposición disfrazada de consulta" que sólo permite pactar con los comunes. "La pregunta hace imposible que se diga otra cosa que sí. Si [los inscritos] deciden que sí será que sí, y si no se va a hacer igualmente. Salga lo que salga se hará lo que diga Pablo Iglesias", aseveró Fachin, largamente enfrentado a la dirección estatal y que en los últimos tiempos ha participado en actos de la CUP.

En su comparecencia ante los medios, el líder de Podem se dijo dispuesto a hablar con los comunes, pero insistió en que abrirá conversaciones "con todos", sin excluir a los independentistas, y anunció que no participará en la consulta convocada por la dirección estatal, que a su juicio "no es aceptable en términos democráticos" y liquida el "espíritu del 1-O", con el que se debería hacer frente a la situación de "represión e imposición por parte del Gobierno" y a la aplicación del 155.

Malestar en Podem

La convocatoria de la consulta desde Madrid no fue bien recibida en Podem. Fuentes de la cúpula de la organización en Cataluña admiten que la decisión supone "pasar por encima" de Podem y dejar completamente desautorizada a la dirección autonómica. Cargos de la ejecutiva catalana defienden que Fachin"nunca ha cerrado la puerta" a una posible coalición con Catalunya en Comú, pero critican duramente las "formas" del equipo de Pablo Iglesias.

Estas mismas voces consideran que "lo lógico" hubiera sido en todo caso llegar a "un entendimiento" con los comunes de cara al 21D, y recuerdan que cualquier alianza se hubiera sometido al voto de los inscritos. Por eso cargan las tintas contra la dirección estatal: "Convocan desde Madrid una consulta que se tendría que haber terminado convocando desde Cataluña, pero con unas formas muy fuertes y dejando sólo la opción de ir de la mano de Catalunya en Comú", dicen.

Preguntados por el previsible resultado de la votación, en Podem creen "lógico" que salga el . "La pregunta habla de la unidad de la izquierda y dice que el nombre de Podem estará en la papeleta... votar no sería complicado, y boicotear la votación casi imposible. Lo lógico es que salga el . Preguntarle a la gente sobre la unidad de la izquierda es como preguntar por la paz mundial: es obvio que la gente tenderá a votar que sí", comenta un dirigente.

En concreto, la pregunta será "¿Apoyas que Podem se presente a las elecciones del 21 de diciembre en coalición con Catalunya en Comú y las fuerzas políticas hermanas que no apoyamos ni la declaración de independencia ni la aplicación del 155, con la palabra Podem en el nombre de la coalición y en la papeleta?". Tiene derecho a voto 56.795 inscritos, de los que 28.776 suelen participar en los procesos internos. Para votar no es necesario acreditar la identidad con el DNI.

Sin embargo, fuentes de Podem advierten de que Iglesias no puede pretender "humillar" a la marca de Podemos en Cataluña frente a Catalunya en Comú, y que la coalición tendrá que negociarse "en Cataluña" y en términos "razonables" tanto en lo que respecta a los puestos en las listas –aunque Podem no aspira a liderar la candidatura y da por hecho que ese puesto está reservado para Xavier Domènech– como en lo referente a medios económicos y humanos.

Iglesias, por su parte, dijo este lunes que la solución "más sensata" en Cataluña sería un pacto entre "progresistas" que piensan "distinto", para a renglón seguido mostrarse dispuesto a mantener conversaciones con ERC y PSC. Agregó, en cambio, que no apoyará ni a PDeCAT, ni a Ciudadanos, ni a PP. A estas dos últimas formaciones las calificó como de "extrema derecha".

Anticapitalistas y Bescansa

En los últimos tiempos, el discurso del partido en Cataluña ha provocado las mayores grietas internas desde el congreso de Vistalegre II. El pasado miércoles, la diputada Carolina Bescansa afirmó que le "gustaría" que "Podemos hablase más a España y a los españoles, y no solamente a los independentistas", y criticó la estrategia de la dirección porque se olvida de "contar" el "proyecto político" que tiene para el resto España y no rechaza suficientemente la independencia de Cataluña.

Bescansa, una de las fundadoras del partido y antigua secretaria de Análisis Político y Programa, aseguró que en la formación morada "hay muchas personas que sienten", como ella, que está fallando "esa explicación de cuál es el proyecto político" del partido. A sus palabras se unió poco después Luis Alegre, otro de los fundadores del partido y ex secretario general en Madrid, y también la portavoz adjunta del grupo parlamenatrio de Podemos en Andalucía, Esperanza Gómez.

La dirección estatal respondió a Bescansa con una llamada al orden. Irene Montero, portavoz en el Congreso, advirtió de que hay que "hablar estas cosas en las reuniones y no en los medios de comunicación", y afirmó que ese fue "el claro mandato" de los inscritos de Podemos en Vistalegre II. Fuentes próximas a la dirección del partido minimizaron el malestar –"sólo Bescansa" ha manifestado críticas internas, comentaron–, y reivindicaron la apuesta por un referéndum pactado en Cataluña.

Este domingo, fue un comunicado de Anticapitalistas –una de las grandes familias del partido, junto a pablistas y errejonistas– el que provocó malestar al mencionar la existencia de "la República catalana". Ello provocó el malestar de la dirección estatal y que figuras de este sector, como la número uno de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, o el alcalde de Cádiz, José María González Kichi, se desmarcaran en público de ese texto.

Este lunes, Pablo Iglesias llegó a afirmar que tanto Fachin como los términos del comunicado de Anticapitalistas están "políticamente fuera de Podemos". Fuentes de esa última corriente aseguran que todo se debió a una "mala interpretación" del comunicado y sostienen que no hay un consenso sobre si debe reconocerse o no la existencia de una república catalana.

Los sondeos coinciden en mostrar un Podemos a la baja, especialmente desde que la actualidad de Cataluña acapara la atención informativa. La última encuesta, conocida este mismo martes y publicada por El Mundo, concede a la alianza morada un 15,3% de los sufragios en unas hipotéticas elecciones generales, con lo que perdería casi seis puntos con respecto al 26J (21,1%) y caería al cuarto puesto por detrás de PP (31,4%), PSOE (26%) y Ciudadanos (16,7%).

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