El juez deja en libertad a Ignacio González bajo fianza de 400.000 euros

  • Se le ha impuesto además la retirada del pasaporte, la prohibición de salir de España y comparecencias quincenales una vez que deposite la fianza.
  • El expresidente madrileño lleva medio año en prisión en el marco de la causa por el caso Lezo, que estudia presuntas irregularidades en el Canal de Isabel II.
  • El juez ha adoptado esta decisión después de recibir el informe de la Fiscalía.
  • Anticorrupción considera que ha disminuido el riesgo de que González pueda reincidir en su actividad delictiva o destruir pruebas.
El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González es trasladado por la Guardia Civil.
El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González es trasladado por la Guardia Civil.
Santi Donaire / EFE
El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González es trasladado por la Guardia Civil.

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha acordado, con el visto bueno de la Fiscalía, la libertad bajo fianza de 400.000 euros del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, en prisión desde el pasado 21 de abril por el caso Lezo que investiga presuntas actividades corruptas en organismos públicos madrileños como el Canal de Isabel II.

García Castellón le ha impuesto como medidas cautelares la retirada del pasaporte, la prohibición de salir del territorio nacional y comparecencias quincenales una vez que deposite la fianza. Considera que ha disminuido el riesgo de que se fugue y de que vuelva a delinquir.

Una vez que pague la fianza, González podrá salir de la cárcel madrileña de Soto del Real y después deberá comparecer semanalmente en la Audiencia Nacional o en el juzgado más cercano a su domicilio.

Pese a acordar estas medidas, el juez sigue considerando que tanto González como su hombre de confianza en Latinoamérica Edmundo Rodríguez Sobrino -también en prisión- "se han prevalido de sus funciones públicas para beneficiarse ilícitamente del patrimonio de la Comunidad de Madrid, mediante el abuso de su posición dentro de la administración pública, así como de sus relaciones".

"Resulta evidente que no se trata de una actividad delictiva individual ni localizada en un momento temporal determinado, sino que muy al contrario estamos presuntamente ante una actividad delictiva colectivamente ejecutada", asegura el magistrado.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 ha adoptado esta decisión después de recibir el informe en el que la Fiscalía Anticorrupción modifica su criterio contrario a la excarcelación que había mantenido con ocasión de otras tres peticiones anteriores de la defensa del exmandatario madrileño.

"Pleno conocimiento"

Según el juez, tanto González como Rodríguez Sobrino tenían "pleno conocimiento" de que se estaban cometiendo delitos en la operación de la compra en 2001 de Inassa, filial colombiana del Canal de Isabel II, que pudo ocasionar un desfalco de unos 70 millones de euros a las arcas públicas y que se hizo con Alberto Ruiz Gallardón como presidente autonómico.

Castellón cree que pudo ser González quien encargó y posteriormente ocultó un informe sobre la operación, que se extendió desde el 2001 hasta el 2012, realizado por un despacho de abogados y pagado con fondos públicos, aunque no se ha concretado todavía el importe exacto.

"Una autoridad pública encarga y paga con dinero público un informe a un despacho de abogados para analizar la operación de compra de Inassa pero posteriormente oculta dicho informe", señala el juez, quien dice que estos hechos pueden ser constitutivos de los delitos de prevaricación y malversación.

Dicho informe, prosigue el auto, "no se limitaba a exponer meras irregularidades sino que contenía indicios claros de una conducta delictiva" que eran conocidos por González y por Rodríguez Sobrino.

Canal Golf

Acerca de las irregularidades en la adjudicación de la construcción y gestión del Canal Golf, Castellón eleva a 1,2 millones de euros el importe total de comisiones ilegales que los investigados pudieron obtener a costa del erario.

El magistrado sostiene que González se concertó con otros investigados, entre ellos su hermano Pablo, "para lograr que el contrato" recayera en la constructora ACS en unas condiciones económicas "perjudiciales" para la Comunidad de Madrid.

Para ello, "removió todos los obstáculos legales" incumpliendo la legalidad administrativa de forma que el Canal de Isabel II "por orden de Ignacio González trazó una actuación fraudulenta que llevó a la violación flagrante de las competencias urbanísticas del municipio".

Y además los investigados "convinieron presuntamente el desvío de capitales públicos invertidos en la ejecución de las obras a través de la mercantil Tecnoconcret", una operación que les reportó 578.474 euros.

Este presunto desvío se hizo a través de esta empresa, vinculada con González y a la que ACS adjudicó contratos relacionados con el Canal Golf por 3,2 millones de euros cuando, sin embargo, la aportación de Tecnoconcret "fue nula" ya que se creó únicamente con el objetivo de proporcionar "opacidad" a los investigados.

Entramado societario

Para ocultar todos los beneficios ilegales, los hermanos González y los investigados Juan José Caballero y José Antonio Clemente se valieron de un entramado societario en el que emitían facturas falsas.

Clemente y otro investigado, cobraban cheques de cuentas bancarias de Tecnoconcret y se los entregaban Pablo González o a Caballero y, para dar cobertura legal a dichos cobros y extracciones de dinero en metálico, crearon un sistema de facturación falso con varias sociedades instrumentales simulando relaciones contractuales inexistentes con Tecnoconcret. De esta forma lograron dar apariencia legal a 858.928 euros.

Por su parte, el juez también recuerda que la trama liderada por el expresidente madrileño ha actuado en el extranjero y que existen evidencias de que el reparto de papeles entre los miembros de la red "facilita el retorno del capital oculto" en negocios con apariencia legal.

El juez también le sitúa al "mando" de la compra en 2013 por 30 millones de dólares de la empresa brasileña Emissao, según se ha acreditado en "declaraciones judiciales muy esclarecedoras obtenidas en Colombia".

Esta otra compra también está siendo investigada por el juez y resultó ruinosa para el Canal al perder Emissao en dos años su valor.

Informe de Anticorrupción

Cree el Ministerio Público que es necesario imponer a González "unas medidas menos restrictivas" de los derechos fundamentales, atendiendo a que el riesgo de fuga y de reiteración delictiva se han reducido tras más de seis meses de investigación, según ha informado la Fiscalía General del Estado.

La Fiscalía considera que, una vez analizados los hechos, "concurren consistentes elementos probatorios de la actividad delictiva" de González, lo que, unido al levantamiento de gran parte del secreto de las actuaciones, hace pertinente la medida de fianza para el expresidente regional.

Considera la Fiscalía que ahora es menos probable que González vuelva a delinquir valiéndose del "posible manejo de fondos en el extranjero" gracias a la cooperación judicial entre España y otros países como Colombia y Panamá, donde se ha extendido su actividad delictiva en relación a la gestión del Canal de Isabel II.

Y aunque cree que el transcurso del tiempo y el avance de la investigación han reducido su posibilidad de fuga y de destrucción de pruebas, también tiene en cuenta que la pena a la que se podría enfrentar González es superior a los 20 años de cárcel, "dato que por sí solo objetiva un evidente riesgo de fuga sin que el arraigo familiar del investigado lo haga desaparecer".

Según el fiscal, la instrucción ha puesto de relieve que González podría tener un significativo patrimonio oculto tras entramados societarios radicados en paraísos fiscales, por lo que estima necesario imponerle una fianza que asciende a 400.000 euros.

En la cárcel desde abril

González y su hombre de confianza en Latinoamérica, Edmundo Rodríguez Sobrino, son los únicos investigados en este caso de corrupción en el Canal de Isabel II que permanecen en prisión desde su detención en la operación Lezo.

A ambos se les imputan, entre otros, los delitos de cohecho, prevaricación, fraude, malversación, corrupción en los negocios, negociaciones prohibidas a funcionarios, organización criminal, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y contra la hacienda pública.

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