Dos años después de su estreno, el director de Mad Max: Fury Road, George Miller, ha demandado a Warner Bros. En un comunicado, la productora de Miller y su compañero Doug Mitchell, llamada Kennedy Miller Mitchell, sostiene que el estudio les debe "importantes ganancias por un trabajo diligente y minucioso que abarcó más de 10 años en el desarrollo del guión y la preparación y tres años en la producción de la película".

Según informa The Sydney Morning Herald, el proceso se sustancia ante la Corte Suprema de Nueva Gales del Sur que admite que el acuerdo entre la productora de Miller y Warner Bros. por Mad Max: Fury Road incluía una clausula que estipulaba de que Kennedy Miller Mitchell recibiría un bono de 7 millones de dólares si el "coste neto final" de la película no superaba los 157 millones.

El juez David Hammerschlag explicó que "según los cálculos de Warner Bros, Mad Max superó el presupuesto". Por lo tanto, prosiguió el magistrado, "si estos cálculos son correctos, la compañía Kennedy Miller Mitchell no debería obtener una bonificación".

Por el contrario, la productora "alega que Warner Bros tomó una serie de decisiones que causaron cambios sustanciales y retrasos en Mad Max, lo que generó costes y gastos adicionales, y que Warner obró erróneamente en el cálculo del exceso de presupuesto".

Esta polémica judicial llega dos años después de que Mad Max: Fury Road alcanzase los 492 millones de dólares recaudados a nivel mundial. Además, la cinta dirigida por George Miller y protagonizada por Charlize Theron y Tom Hardy se alzó con seis premios Oscar, incluyendo mejor montaje y mejor diseño de producción.