Cambio en la dinámica migratoria: España pasa a ser la nueva vía de llegada a Europa

  • En lo que va de 2017, a nuestro país han llegado 23.160 personas por tierra y mar, frente a los 13.246 de todo el año pasado.
  • Las ONG denuncian que esto se debe a "la ausencia de una política migratoria".
  • De los tres grandes países receptores España es el único cuya cifra crece; Italia y Grecia están empezando a controlar sus rutas.
  • 158 migrantes han fallecido este año en nuestras costas.
  • FOGONAZOS: El efecto frontera, por Jesús Morales.
Llegada de una patera Motril (Granada).
Llegada de una patera Motril (Granada).
EFE
Llegada de una patera Motril (Granada).

Europa tiene muchos retos por delante en los próximos años. De todos tipos. Políticos, sociales, económicos, culturales. Pero sin duda uno de los más importantes es el control de los flujos migratorios.

Son muchos los países que, con la crisis de los refugiados, han puesto especial atención en el manejo de esta cuestión, pero a la larga los grandes perjudicados son quienes se juegan la vida por tierra y por mar para abandonar sus países de origen y acceder a lo que consideran una vida mejor. La guerra o una situación de pobreza extrema son dos de las causas que mueven a la gente fuera de sus casas. Europa los recibe, pero no a todos ni de la mejor manera.

Hasta el 19 de noviembre, un total de 170.593 personas han llegado al continente, principalmente desde los países del norte de África. Si lo diseccionamos, 160.067 lo han hecho por mar mientras que 10.526 accedieron a territorio europeo por tierra, según los últimos datos publicados por la Organización Internacional de Migraciones. La cifra total muestra una dinámica algo más positiva que en 2016, cuando la llegada de migrantes se elevó a 387.895 personas.

Si nos fijamos en el caso específico de España, las cifras se disparan de manera abrumadora. En los primeros once meses del año han llegado a nuestro país 23.229 personas (17.756 por mar y otras 5.473 por tierra). Esto supone un incremento muy palpable respecto a 2016, cuando accedieron a territorio español un total de 13.246 migrantes. Esto arroja un dato preocupante: de los grandes receptores de migrantes, somos el único país en el que la cifra crece. ¿Por qué? Italia, aún con una cifra superior a la nuestra (114.606 en 2017) tiene una proporción inferior respecto al año anterior. Y lo mismo sucede con Grecia.

Nos hemos convertido en la vía alternativa y eso se refuerza con el dato de que en la última semana (del 13 al 19 de noviembre) han llegado 3.936 personas, lo que supone seis veces más que en los siete días anteriores. Esto, según Amnistía Internacional, se debe a que "España no tiene ninguna política migratoria clara". A esto habría que añadir que, por ejemplo, este miércoles han vuelto a llegar pateras, en este caso con otros 69 migrantes a Murcia y otros 11 a Torrevieja.

Falta de medidas

Virginia Álvarez, responsable de política interior de la ONG, revela a 20minutos que "el problema está en que se ha cerrado la ruta con Marruecos y eso provoca que se abran otras nuevas, en la mayoría de ocasiones más peligrosas". Eso pasos, concluye, son "una clara violación de los derechos humanos, que se puede trasladar también a la UE".

"No hay manera legal de llegar a España desde África", explica Álvarez, y lo desvela en torno a que "la gestión migratoria tanto de la Unión Europea en general como la nuestra en particular son un auténtico caos". Asimismo, denuncia una decisión tomada por el Ejecutivo según la cual "se le daba asilo a quien llegaba de Siria, pero no a los que lo hacían desde Marruecos o Argelia, y no entendemos esa diferenciación".

El planteamiento escogido da pie a la aparición, como confirman desde Amnistía, de mafias. "Crece la presencia de gente que lo único que quiere es aprovecharse de la difícil situación por la que atraviesan estas personas". Y va más allá: "En Europa no hay ninguna voluntad de cumplir con lo establecido".

Álvarez termina asegurando que "es palpable que no se toman medidas y las pocas que se adoptan, como el acuerdo de Italia con Liba, suponen violar los derechos humanos, y eso es lo que no se puede permitir".

En cuanto a la llamada reubicación, cabe destacar que la mayoría de las personas que se han visto favorecidas por el derecho de asilo llegaron a Italia y Grecia, para posteriormente recalar en otro país europeo. En total, han sido acogidos 31.508 migrantes, de los cuales 1.301 lo hicieron en territorio español. Esa cifra queda lejos de los 9.169 que ha conseguido acoger Alemania.

El final más terrible: la muerte

Eso sí, no hay que olvidar que no todos los que salen, terminan el viaje: el dato más desolador es el de muertes. En lo que va de año, han perdido la vida durante la travesía por el Mediterráneo 2.985 personas, frente a las 5.143 en todo 2016. La proporción, por tanto, de fallecimientos, es de un 1,9%, con el colectivo subsahariano como el más afectado (809 muertos en total), tal como reflejan los datos de la OIM.

En efecto, si nos fijamos de nuevo en datos estrictamente nacionales, el punto fatal se puede considerar las costas de Algeciras y Tarifa, el mar de Alborán y por supuesto Ceuta y Melilla.

En cuanto a los tres grandes focos, vemos cómo, de los llegados a través del mar, en Italia han fallecido 2.765 personas, una cifra muy superior a los 158 que se dieron en España y de los 59 de Grecia.

¿Y los niños?

Mención aparte merecen los niños. Existen dos maneras de entender la posición de los menores en los movimientos migratorios: por un lado, pueden llegar solos o bien con sus familias, pero no por eso los Estados tienen que dejar de lado los planes que les incumben.

Sara Collantes, experta en migraciones de Unicef España, cuenta que a nivel de los grandes receptores de migrantes, hay un punto en común: "El sistema no alcanza para dar cobertura a todos los niños que llegan".

Hace distinción en aquellos que acceden en soledad, porque "son todavía más débiles si cabe". Reitera que "la labor de los Gobiernos podría ser mejor, porque realmente las medidas no son las adecuadas". Esta versión se demuestra en que "muchos de ellos caen en manos de las redes de trata de personas".

Además de la logistica referida al asilo, Collantes menciona la ayuda tanto médica como psicológica. "Nos encontramos con niños con tremendos problemas de depresión, pesadillas, ataques de ansiedad...Es algo que también hay que tener en cuenta y parece que se olvida".

Las organizaciones lamentan esta coyuntura, y su esperanza se ve debilitada. "No existe o no vemos un cambio de mentalidad a pesar del tremendo peaje que se está pagando en vidas humanas", por ello, creen que lo primero es "que sientan la presión de una sociedad que demanda un mundo más justo, sobre todo para las personas que más lo necesitan".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento