Ryanair ha informado a sus trabajadores de que podrían enfrentarse a "procedimientos disciplinarios" y cambios de horario si no venden más colonias y tarjetas de rascar durante los vuelos, según publica este jueves el diario británico The Guardian. 

La aerolínea irlandesa ha negado que se esté presionando a los empleados para alcanzar los objetivos de ventas, sino que les anima a vender más productos a cambio de una serie de bonos.

Las cartas enviadas a los miembros de la tripulación por las contratas, sin embargo, advierten de las consecuencias que podría acarrear un nivel de ventas por debajo de lo estimado. "Este rendimiento no es aceptable y está claro que no se está haciendo el trabajo a bordo", critican en una de esas misivas recogidas por la aerolínea.

Además, se les explica que están siendo monitoreados "de cerca" y que si no venden más "se tomarán medidas adicionales", a pesar de que el manual de operaciones de Ryanair establece para los tripulantes de cabina que su función es "principalmente la seguridad de los pasajeros".

La venta de alimentos, bebidas, perfumes y otros artículos supone una parte importante de los ingresos de la aerolínea. En 2016, generaron 1.500 millones de libras esterlinas, un 27% de los ingresos totales.