M: "En cuanto que decidí seguir adelante con el embarazo, él ya empezó a echarse para atrás"

<p>Un bebé en la cuna de un hospital.</p>
Un bebé en la cuna de un hospital.
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<p>Un bebé en la cuna de un hospital.</p>

M. es una de las 32 protagonistas de  la investigación 'Relatos de madres adolescentes en la España actual'. De 18 años y española, tuvo a su hija a los 16 años y está embarazada de un niño, del mismo padre. Vive con su hija y su nueva pareja actual (no es el padre de sus hijos). La relación con el padre de sus hijos es conflictiva: las tensiones son constantes y desde hace tiempo ella está reelaborando sus sentimientos hacía él, según los investigadores de la Universidad de Zaragoza. M. dejó de estudiar por el embarazo, pero después del nacimiento de su hija terminó la ESO en una escuela para adultos. Ahora trabaja como empleada de hogar por horas. Así es cómo ha explicado su experiencia:

La situación en casa: "Yo tenía muchísimos problemas en casa. Mis padres se llevaban fatal, luego ya se divorciaron... cuando yo me quedé embarazada ya estaban divorciados. Pero vamos, que había muchísimos problemas. Entonces en casa pues era todo un caos. Yo pues me refugié en el padre de mi hija y pues allí fue que salí embarazada. Pero la situación en casa era malísima. Desde los 14 o así, casi no pasaba tiempo en casa porque estaba esa situación todo el rato, todo el rato peleas y eso. En el colegio lo mismo: fatal. Estaba repitiendo. Pero es que yo casi no iba al colegio. Al quedarme embarazada ya no fui, me escapaba con el padre de mi hija, yo estaba solo con él, con él todo el tiempo, me separé de todo el mundo, era él y ya está".

El novio: "Le conocí en el Facebook y pues quedamos un día y empezamos a salir en diciembre de 2013 y me quedé embarazada en mayo del 2014, o sea, nada, cinco meses juntos. Él no fue mi primer novio pero fue vamos... el importante, porque los anteriores eran novios en plan a lo mejor estar dos, tres meses y tal, no sé qué, o sea, en plan más rollo. Pero ya él fue como más novio estable y es que el embarazo de mi hija fue deseado".

"A los tres, cuatro meses de estar con él, o sea, súper pronto supe que quería tener un hijo. Porque como él me daba todo lo que yo no tenía en casa, lo que yo no tenía en ningún lado, o sea, yo estaba con él y es que era todo tan bonito y tan tal, pues claro. También fue en plan como para engancharle, o sea, si yo tengo un hijo con esta persona pues le engancho. Que al final no fue así, pero bueno. Y él estuvo de acuerdo, o sea que sí que era deseado por parte de las dos personas, de las dos partes, sí, claro".

Las relaciones sexuales: "Con mis parejas anteriores usé siempre el preservativo. Pero con él el preservativo al principio y luego ya pues quitamos el preservativo. Pero lo quitamos queriendo, vamos. Los planes en ese momento eran -que no sé qué cabeza tenía- mudarme con él. Él no tenía ni un trabajo estable ni nada, pero vamos... Mudarnos juntos y criar a nuestro hijo juntos, así, o sea, un mundo de película, de fantasía. Que luego también te das una hostia contra la realidad".

El embarazo: "Pues es que yo ni pensaba que estaba embarazada, o sea sabía que iba a pasar en algún momento pero no pensaba que ya. Fui al ginecólogo porque me sentía mal, me hicieron una ecografía para descartar embarazo y allí estaba la niña. Así me enteré. Yo tenía mezcla, sí que es verdad, de miedo porque claro un niño ¿qué hago yo con un niño? Miedo pero a la vez alegría porque a la vez era deseado. Entonces era mezcla. Entonces claro, luego como vi la reacción positiva del padre y pues más bien contenta que otra cosa. Se lo dije justo el mismo día. Le digo 'estoy embarazada' y él 'Ah que bien, no sé qué, que tal' y así fue como se lo dije. Su primera reacción digamos que fue buena, en principio, pero después..."

La corresponsabilidad: "Ya en cuanto que decidí seguir adelante con el embarazo, o sea, se vio que ya sí que había niño él ya empezó a echarse para atrás. Ya no se quería mudar conmigo, ya no me quería pasar pensión para la niña ni ayudarnos económicamente. Empezó a echarse para atrás. Para atrás, para atrás, para atrás. Y eso fue lo que pasó. Y todo el embarazo pues se fue con otras tías. Estuvo todo el embarazo con otras. O sea, fue embarazarme, justo que saliese que estoy embarazada, justo ese mundo de hadas, de qué bonito, de todo lo que me había pintado, todo para el otro lado se fue, o sea, todo lo contrario. O sea, el embarazo fue un cambio de chip total. Pero yo seguía ahí... creía que iba a cambiar. Y es que mi madre me lo dijo, porque era obvio que no iba a pasar (asumir su paternidad) pero yo no veía nada, yo estaba enamoradísima".

La reacción de la familia: "Mi madre fatal, evidentemente. O sea, se puso como loca a chillar, a insultar y de todo, pero es que es normal. Te llega tu hija con 16 años y encima con su mundo de pajaritos de '¡ay que bien, que lo vamos a criar juntos, que no sé qué!' y pues claro. Mi madre se cabrea. Desde el primer momento 'aborta, pero ¿dónde te has metido?, yo te pago el aborto, pero qué lío'. A ver, yo la entiendo a ella, pero es que también hay que ponerse en la situación del niño y por eso me mantuve en mi decisión, y es que encima era deseado. Es que imagínate, encima abortar un niño que has estado haciendo para buscarlo, o sea no es que haya sido no deseado. Yo seguía en mi mundo de niña. (A mi novio le decía) 'Pero, si es que me decías que querías un hijo' y él  contestaba 'No, pero es que ya no quiero'. Me decía todo como con indirectas '...porque ahora a ver cómo hacemos porque yo ya no tengo un trabajo estable' o '... es que yo no sé si me voy a poder mudar, yo prefiero quedarme con mi madre, tú con tu madre, yo veo de vez en cuando a la niña'. Entonces allí yo ya dije ¡Dios mío de mi vida, qué cojones he hecho! Y allí tendría yo dos, tres meses de embarazo, no más. Pero claro, yo seguía enamorada de él, entonces él a lo mejor me decía dos palabras bonitas y volvía con él".

El parto: "El parto fue difícil, yo me fui sola a parir. Yo cogí mi metro y me fui a parir yo y parí yo sola. Estuve una semana ingresada y ¿quién te crees que estuvo? Yo solita y yo llorando a cada rato porque yo veía que había otros niños recién nacidos, iban los padres y tal, y yo estaba yo sola... porque mi madre se desentendió y del padre del que menos podía esperar algo. Todo ese momento fue espantoso, fue horroroso, horroroso, fue lo peor, o sea, el parto que yo tuve con mi hija fue lo peor. Yo lo recuerdo como la peor experiencia de mi vida. Que tiene que ser bonito pero no en mi caso. Al llegar a casa, mi sensación fue espantosa. Estás tú sola, 16 años, con un bebé que no para de chillar. Mi madre cuando llegaba se encerraba en su habitación. Y así. Entonces fue espantoso. Es que fue horroroso, fue horroroso, la verdad. (...) Si te da la depresión postparto con 30 años ¡tú imagínate con 16 años! O sea, es que era espantoso, que tienes a tu hijo ¡ay qué bonito!... ¡Los cojones! O sea, para nada, para nada. No, no es así. Y si lo tienes queriéndolo, lo tienes con un hogar, sabiendo que a tu hijo no le va a faltar de nada y con tu marido: es perfecto. uedes tener cierta depresión pero sabes que siempre vas a estar acompañada"

La situación actual: "Hasta que mi niña no tuvo 5 meses yo no empecé a levantar cabeza, estaba yo que parecía una zombi en casa. Pero ese mismo verano me tuve que poner a trabajar, mi madre me dijo que no me ayudaba más y entonces a partir de allí a buscarme yo sola mis habichuelas para dar de comer a mi hija. De ahí que vine aquí (fundación privada de ayuda a madres), me ayudaron con la guardería mientras trabajaba de limpieza y también para poder sacarme la ESO. Tengo un chico (novio) ahora mismo que es una bendición y que me ayuda y que se va a hacer cargo del niño y de mi hija también. Es que es un amor, tiene un grado superior de auxiliar administrativo y se va a mudar conmigo. Ahora parece que voy levantando cabeza. O sea, poco a poco..."

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