La guerra y la desigualdad ponen en peligro los derechos humanos en el mundo

  • El problema de los refugiados ha adquirido escala mundial.
  • En España a la orden del día están las llamadas devoluciones en caliente.
  • También se coloca el foco en la trata de seres humanos: "Si existe es porque hay demanda, y todos participan en la vulneración de derechos y libertades".
  • Según Save The Children, 2017 está siendo "el peor año para los derechos de los niños, sobre todo por culpa de las guerras en Yemen y Siria".
Refugiados rohinyás esperan en lo alto de una colina para colocar sus tiendas de campaña en el campamento Balukhali, en Ukhiya (Bangladesh).
Refugiados rohinyás esperan en lo alto de una colina para colocar sus tiendas de campaña en el campamento Balukhali, en Ukhiya (Bangladesh).
Abir Abdullah / EFE
Refugiados rohinyás esperan en lo alto de una colina para colocar sus tiendas de campaña en el campamento Balukhali, en Ukhiya (Bangladesh).

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles. Así define la ONU los Derechos Humanos, un concepto que vuelve a estar a la orden del día.

El conflicto, la desigualdad y la desprotección generan un caldo de cultivo para las violaciones de los derechos fundamentales. En primera plana se encuentran casos como los de los refugiados, especialmente expuestos en países de guerra (Siria, Yemen, Ucrania), pero no hay que olvidar a otros colectivos como los niños o las mujeres, que siguen sufriendo situaciones de verdadero peligro.

Las organizaciones apuntan a la complejidad de recopilar datos en situaciones de conflictividad, pero si atendemos a las cifras y su evolución en los últimos años vemos tendencias especialmente llamativas. Además, en España una de las mayores preocupaciones sigue siendo el acceso de migrantes, tanto por mar como intentando cruzar por la valla de Melilla.

Refugiados, a la orden del día

El informe anual de ACNUR -la Agencia de la ONU para los refugiados- Tendencias Globales, que analiza el desplazamiento forzado en todo el mundo basándose en datos de gobiernos, agencias socias, y en los datos del propio ACNUR, arroja que 65,6 millones de personas se encontraban desplazadas a finales de 2016.

Hay tres países que representan más de la mitad de refugiados a nivel mundial. Siria, con 5,5 millones de personas; Afganistán, con 2,5 millones y Sudán del Sur, con 1,4 millones. Además, se encuentran también una cifra elevada de lo que se llama desplazados internos. En este sentido Colombia ha adquirido especial relevancia, con una cifra de 7,4 millones de personas.

Ahí lo que influye es el proceso de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, que está a punto de llegar a su fin con la integración de la guerrilla como partido político. En cuanto a naciones receptoras, con alrededor de un refugiado cada seis ciudadanos, el Líbano acoge a más refugiados, en comparación con su población, que cualquier otro país del mundo.

Según los datos de la OIM, este año 32.281 personas han sido reubicadas en un total de 24 países. El Estado que más refugiados ha recibido ha sido Alemania,

En cuanto a las llegadas por mar, 2017 está siendo un año con cifras también elevadas: hasta el día 3 de diciembre un total de 164.779 personas llegaron a territorio europeo. Es más, España representa el país con mayor aumento de llegada de migrantes entre los tres grandes receptores, con 25.141 (entre tierra y mar), frente a los 13.246 que llegaron en todo el año pasado.

Frenta a eso, tanto Italia como Grecia han controlado mejor sus flujos migratorios. La dinámica del país heleno presenta una evolución más notoria. En lo que va de 2017 ha recibido 31.363 personas mientras que en todo el 2016 a su territorio llegaron 176.906 migrantes en total. Mientras, el Ejecutivo italiano ha conseguido también reducir los accesos, con un descenso de casi 70.000 personas en las llegadas (117.042 frente a los 181.436 migrantes de todo 2016).

"El gran problema que tiene España es que no existe una ley migratoria clara", explican desde Amnistía Internacional a 20minutos por lo que, aclaran, "el flujo llega a ser incontrolable". Cruz Roja avisaba de que será "el año de más llegadas desde la crisis de los cayucos en 2006". Las ONG, eso sí, consideran que el control en Italia viene a partir de un acuerdo con Libia que "vulnera de manera flagrante los derechos humanos".

Devoluciones en caliente: un problema de España

Precisamente España ha tenido un problema en los últimos años. Es el de las llamadas devoluciones en caliente. Algo que CEAR (la Comisión Española de Ayuda al Refugiado) viene denunciando, tal como cuenta su abogada, Paloma Favieres.

"Claro que denunciamos las devoluciones en caliente del Gobierno, y todo porque la ley de Seguridad Ciudadana es de todo menos segura", cuenta. Además, CEAR presentó una denuncia por incumplimiento del Derecho de la UE ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que se posiciono en favor de las medidas adoptadas por España. CEAR no considera que se cumpla con el principio de no devolución: "Si se vulnera esto, las personas implicadas van a carecer de garntías legales", comenta la letrada.

En su denuncia, la Comisión explica que es necesario que en Ceuta y Melilla se eviten las devoluciones porque de esa manera se asegura la protección internacional "que es un derecho de todos". Asimismo, concluye que el hecho de que la Unión cite algunas de las responsabilidades del Gobierno español "no implica necesariamente que se cumplan".

"El propio procedimiento de devolución tiene mecanismos de protección que deben ser utilizados", explica Favieres, pero aclara que en contra de esto, "han aprovechado la ley de Seguridad Ciudadana para introducir cambios en la ley de Extranjería".

A lo que recurre CEAR para realizar su reclamo es a la Directiva 2008/115/CE referente a los procedimientos para el retorno de inmigrantes ilegales. Ese texto recoge explicitamente que garantizar un trato correcto y un alto nivel de protección de tal manera que "no ponga en peligro su integridad". Algo que, según CEAR, no se cumple en Ceuta y Melilla.

Trata de personas: mejoras con el tiempo

No se debe de olvidar tampoco la violación de derechos que supone el tráfico y la trata de personas. La presidenta de la Asociación Apramp, Rocío Nieto, cuenta en 20minutos que "son dos cosas distintas: tráfico son los desplazamientos y trata la explotación". Según cuenta, la mayor parte de las mujeres y niñas que forman parte de esta lacra "son de Rumanía, Brasil y Nigeria, aunque es importante también la cifra que llega desde Europa del Este".

Nieto aclara que "es necesario ir contra la demanda: si vienen es porque alguien las pide". En ese sentido, Apramp trabaja para detectar a tiempo casos de trata y proporciona, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, una serie de pisos para que se encuentren seguras. "Son mafias muy organizadas por lo que la detección es complicada", dice. Por eso, resulta decisivo que las supervivientes de la trata comuniquen su historia a las afectadas.

"Hay que tener especial cuidado con las niñas, que son mucho más vulnerables y en la mayoría de los casos son incluso vendidas por sus propias familias", revelan desde Apramp. En el caso de los países africanos las creencias religiosas son muy fuertes, por lo que la asociación ha llegado a contratar expertos en vudú. "Tenemos que eliminar ese miedo que se les genera; vienen buscando una vida mejor y acaban en situaciones mucho peores a las que tenían", explica Rocío Nieto.

El mayor problema que se encuentra para la prevención es que "son estructuras muy organizadas". Los "jefes" controlan todos los movimientos de las mujeres, y tampoco hay que olvidar que "trata no es solamente explotación sexual, sino también matrimonios forzosos", desarrolla Nieto.

Eso sí, en cuanto a legislación reconoce avances. "Desde el Protocolo de Palermo (firmado por la ONU en el año 2000 para prevenir y sancionar la trata de personas) hemos mejorado mucho, tanto a nivel nacional como Europeo", cuenta. Pero encuentra una traba: "A pesar de que los planes que ha ido desarrollando el Gobierno son muy buenos, notamos que falta una ley que de verdad frene los flujos de ese tráfico de personas, pero entendemos que es difícil".

Los niños, en su peor año

La trata de seres humanos supone, en particular, un problema gravísimo para los niños. Son quizás el colectivo más vulnerable y en palabras del portavoz de Save The Children, David del Campo: "2017 está siendo el peor año en lo que a derechos de los menores se refiere".

Yemen y Siria son los peores lugares porque el niño forma parte de la estrategia de "daño al enemigo", según aclara la ONG. Es más, en dichos conflictos armados uno de los principales objetivos han sido las escuelas. "Quieren hacer daño a la educación, sobre todo en el caso del ISIS: más de 200 escuelas han sido destruidas en bombardeos".

Save The Children también se refiere a las hambrunas y a las epidemias: "Hay situaciones en las que la ayuda humanitaria no llega, y de nuevo los niños y niñas son los más proclives a contraer enfermedades". Además, recuerda Del Campo, Europa no es ajena a estas violaciones de derechos. Según datos de la organización, hay un total de 3.160 niños en los CIE y "se produce un incumplimiento sistemático de la legislación".

En España lo relevante es el impacto de la crisis económica y el riesgo de pobreza que esto genera. David del Campo revela que hay "en torno a 1,4 millones de niños pobres", y esto significa que "la recuperación económica se está construyendo de manera ajena a la infancia". Además, los menores de entre 14 y 16 años son si cabe más vulnerables: "Pueden caer en una espiral de drogas, violencia, abusos sexuales". El portavoz es muy rotundo: "A los niños con pocos recursos en España se les trata como delincuentes".

Visión legal

"Defender los derechos humanos en España es complicado debido a que en ocasiones son nuestros propios tribunales de justicia los que activamente los violan, y otras veces lo hacen por omisión al mirar para otro lado cuando se denuncian ante ellos violaciones de derechos humanos", explica Diego Fernández, de DDHH Abogados.

Reconoce que "formalmente la situación de los derechos humanos en España es fantástica, pero el problema llega cuando los tribunales no aplican o interpretan a conveniencia, la doctrina del Tribunal Europeo o el Comité de Naciones Unidas".

Sobre el TEDH, Fernández tiene una opinión muy clara: "Si bien es cierto que cuando el TEDH dicta una sentencia condenatoria contra España todos celebramos la importancia de que haya un tribunal que vele por los derechos de los ciudadanos, y nos complace leer sus sentencias, siempre muy ricas en disquisiciones humanísticas y jurídicas; lo cierto es que nadie se explica cómo es posible que el TEDH inadmita mas del 90% de las demandas que le llegan sin dar la mas mínima explicación".

Esto hace que "se valore de manera muy mejorable el trabajo diario del TEDH", comenta, y "no nos parece satisfactoria que en Estrasburgo digan que están hasta arriba de trabajo".

En España, para Fernández, las situaciones más clara de violación de derechos humanos son cuatro: "las devoluciones en caliente, la ausencia de indemnizaciones de personas inocentes que han estado en prisión y los abusos de las fuerzas de seguridad en los calabozos".

Asimismo, explica que "el TEDH prohibe (salvo excepciones), que personas que son declaradas inocentes por el juez que celebra el juicio, sean finalmente condenadas por un juez al que jamás han visto. Sin embargo, nuestras Audiencias Provinciales así como el Tribunal Supremo, no siempre lo respetan, y modifican sentencias absolutorias sin haber presenciado el juicio".

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