El grupo Inditex, dueño de enseñas como Zara, Bershka o Stradivarius, ganó en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, de febrero a octubre, 2.341 millones de euros, un 6% más que un año antes, con un incremento de ventas del 10%, hasta los 17.963 millones.

Las cifras, aportadas este miércoles por la compañía, reflejan una desaceleración en el crecimiento del mayor grupo textil del mundo, cuyas ventas registraron el menor ritmo de avance desde los nueve primeros meses de 2014.

Las ventas, al igual que las del resto del sector, se vieron afectadas por unas altas temperaturas que desincentivaron la compra de ropa de abrigo. En términos comparables —tiendas que llevan abiertas más de un año— las ventas mantuvieron "un fuerte desempeño", aunque Inditex no detalla su evolución.

El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 3.819 millones de euros, con un repunte interanual del 5,8%.

Como avance del último trimestre del ejercicio, la compañía ha apuntado que la facturación en tiendas físicas y online a tipos de cambio constante subió el 13% entre el 1 de noviembre y el 11 de diciembre frente al mismo periodo de 2016.

Inditex cerró octubre con 7.504 tiendas en 94 mercados, tras abrir establecimientos en 52 países como Estados Unidos, Vietnam, China o Turquía y desembarcar en Bielorrusia.

Por continentes, la firma textil abrió 74 establecimientos en Europa, 48 en América y 90 en Asia y resto del mundo, y, según la misma fuente, todos sus formatos comerciales incrementaron su número de tiendas.

En el terreno online, Inditex opera ya en 45 mercados tras el lanzamiento de las operaciones de la tienda virtual de Zara en India, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.

Para el presidente del grupo, Pablo Isla, la gestión cada vez más integral de la plataforma se traduce en "servicios de valor para el cliente", como las entregas de pedidos en el mismo día, disponible en Madrid, Londres, París, Estambul, Taipei y Shanghai; o al día siguiente —España, Francia, Reino Unido, Polonia, China y Corea del Sur—.

Además permite la implantación de puntos de recogida automatizados y la transición simultánea en tienda física y online de las colecciones, tanto entre temporadas como en las novedades que llegan a sus establecimientos dos veces por semana, ha señalado el ejecutivo.

El grupo cerró con una posición financiera neta de 6.002 millones de euros, el 5,6% más, con una caja de 4.871 millones, superior en el 23,8% a la que tenía a 31 de octubre de 2016.