Lekeitio celebró sus fiestas rompiendo el cuello de 25 gansos ya sacrificados

  • Los participantes se agarran al cuello del animal, previamente sujeto a una cuerda, y son alzados desde el mar para arrancarle la cabeza.
  • Desde hace años los animales son sacrificados horas antes.
  • Ocho personas fueron detenidas de noche tras atacar a la Ertzaintza.
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Un mozo trata de romper el cuello a un ganso mientras es alzado del agua en Lekeitio (Vizcaya).
Un mozo trata de romper el cuello a un ganso mientras es alzado del agua en Lekeitio (Vizcaya).
REUTERS
Un mozo trata de romper el cuello a un ganso mientras es alzado del agua en Lekeitio (Vizcaya).

La localidad vizcaína de Lekeitio celebró este domingo su fiesta más esperada y más controvertida, el Día de Gansos o 'Antzar eguna', donde decenas de jóvenes compiten por ver quién necesita menos intentos para arrancarle la cabeza a un ganso con sus manos.

Esta tradición, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII, ha generado a lo largo de los años polémicas con las asociaciones de defensa de los derechos de los animales que la consideran una barbaridad, ya que hasta 1986 la decapitación se hacía con los gansos vivos. Sin embargo, desde hace años, la competición se celebra con gansos previamente sacrificados.

La fiesta consiste en colgar un ganso de una cuerda que se extiende a lo ancho del muelle de Lekeitio. El participante retuerce el cuello del animal para agarrarse lo mejor posible y aguantar la "alzada", es decir, el momento en el que 30 personas alzan la cuerda con el ganso y el humano.

La competición la gana aquel que aguante más alzadas y logre romper el cuello del ganso. En esta edición se han necesitado hasta 25 ejemplares.

Altercados nocturnos

Por otra parte, ocho personas han sido detenidas en Lekeitio esta madrugada por enfrentamientos con la Ertzaintza, en los que se han producido varios heridos, entre ellos un agente de la policía autónoma vasca, según el departamento de Interior del Gobierno vasco.

Hacia la medianoche, un grupo de personas se concentró frente a la subcomisaria de la Ertzaintza donde comenzaron a increpar e insultar a los ertzainas, a quienes lanzaron además piedras, botellas y otros objetos.

Según las mismas fuentes, los agentes tuvieron que realizar varias cargas para dispersar a los alborotadores, quienes cruzaron e incendiaron contenedores en el centro de la ciudad y provocaron daños en el batzoki (sede social) del PNV y en oficinas bancarias y de seguros.

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