La tuneladora que construirá la línea de Cercanías que unirá a lo largo de 15 kilómetros Móstoles con Navalcarnero empezó a mover tierras este lunes. Esta infraestructura de transporte, una de las más importantes de la legislatura, estará terminada en 2011, y beneficiará a 225.000 vecinos de estos dos municipios, además de Arroyomolinos.

La línea conectará de esta forma casi todo el sureste de la región con la capital en apenas 40 minutos, aunque todavía no se sabe si habrá una conexión directa con la C-5, que llega a Atocha, o si por el contrario habrá que realizar un transbordo.

El inicio de estos trabajos se produce después de que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, se reuniera con el ministro de Fomento, José Blanco, el pasado mes de abril. En dicho encuentro, Blanco decidió desbloquear la operación, que llevaba años estancada, y que se había convertido en una vieja reivindicación de Navalcarnero.

El futuro Cercanías Móstoles-Navalcarnero tendrá siete estaciones, cuatro de las cuales se ubicarán en Móstoles, una en Arroyomolinos y dos en Navalcarnero. Además, dispondrá de cocheras y talleres, de un edificio administrativo y de un viaducto de 320 metros sobre el Guadarrama.

Tecnología punta

Estos trabajos también destacan por la tecnología empleada, que viene dada sobre todo por su tuneladora, la más grande utilizada hasta ahora en unas obras de la Comunidad: la cabeza de corte tiene un diámetro de 10,6 metros, y perforará diariamente entre 30 y 40 metros de túnel. Además, los cerca de 300.000 metros cúbicos de tierra que se extraerán se reutilizarán para terraplenes antirruido en carreteras.

Durante la inauguración del túnel, Aguirre expresó también su intención de llevar a término la prolongaciones de metro que se están realizando en el Barrio de La Fortuna de Leganés y la de la línea 9 a Mirasierra.

Bajo tierra

Entre las particularidades de este proyecto destaca que el 46% del itinerario discurrirá soterrado para garantizar el máximo respeto al medio ambiente. Asimismo, el trazado se desarrolla al sur de la A-5 (carretera de Extremadura) para evitar cualquier afección al Parque Regional y a la Dehesa de Marimartín.

Además, el plan, que contará con un presupuesto de 362 millones de euros, contempla la construcción de tres túneles, uno de los cuales se ejecutará entre pantallas, por lo que no tendrá necesidad de usar una tuneladora.