Querido Julio:

La angustia me invade. Ando disperso. Sin referencias ni objetivos. Y como yo, media España. Qué digo, medio planeta.

Pasan los años. Las generaciones. La vida. También la muerte. Se nos van los trabajos, el pelo y las mascotas. El amor. La ciencia. El dinero. El tiempo. Los polos. Hasta el Mar Menor. Nadie perdura tanto. Nadie produce tanto. Incluso el vigor siempre es de los primeros cobardes en escaquearse. Todo son rumores y todo es percha. Las revistas hablan, te muestran y te recompensan.

Hace unos días conocimos a Javier, tu último secreto. El cuarto hijo en el orden natural en tu camino por el mundo. El enésimo escarceo. Nació fruto del impulso irrefrenable de tu amor por "la vida" y por "el amor" con la bailarina portuguesa María Edite Santos, cuando la Preysler criaba a Chabeli, Julio José y Enrique. Siempre fuiste "un truhán". También dices que "un señor", pero lo que es cierto es que fuiste "algo bohemio y soñador". Puro arte y determinación.

Javier fue un secreto a voces allá por los noventa, algo que nunca nos llegamos a creer. Ahora la prueba de paternidad convierte el rumor en evidencia en un 99,9%. Un nuevo sucesor. Un nuevo libro de familia. El noveno de la lista. ¿El heredero definitivo? El tercero de tus chicos. Un descendiente oculto con tu sangre y posiblemente también ese color fuera de lo común. Los tres primeros fueron de Isabel y, los otros cinco, de Miranda (Miguel Alejandro, Rodrigo, Victoria, Cristina y Guillermo). Ahora viene Javier. Todos somos él. Miles y miles de sospechas, fundadas por todos y por ti, por esa personalidad tan tuya de ir con una mano en el micro y otra en el pecho... o más bien al revés en según qué ocasiones, aunque eso sea ya lo de menos...

España lidera la reproducción asistida en Europa. En gestación subrogada aún estamos por definir. Pero en lo que viene a ser el modus operandi tradicional... ay, Julio, ahí estás tú. El mejor ejemplar español en la Tierra. El 'subrogador' consentido. El denominador de origen. La leyenda... Y lo sabes.

Ahora bien, Julio. Necesito saberlo ya. ¿Tú eres mi padre?

Álex Herrera