Inicialmente, iban a ser seis por cada parte, pero Podemos pidió nueve, para poder incluir a sus confluencias, y finalmente llevó a 10, y el PSOE a nueve, conforme a lo acordado. La lista, y leedla despacio. Por el PSOE, Pedro Sánchez, Adriana Lastra, Margarita Robles, Pedro Saura, Susana Sumelzo, Meritxell Batet, Manuel Escudero, Rafael Simancas y Toni Ferrer. Y por Podemos, Pablo Iglesias, Irene Montero, Xavier Domènech, Alberto Garzón, Pablo Echenique, Yolanda Díaz, Nacho Álvarez, Rafael Mayoral, Gloria Elizo y Noelia Vera.

Un hipotético Gobierno de coalición de PSOE con Podemos –si logran formarlo– probablemente contaría con unos cuantos de esos 19 mimbres.

Pero ayer, más que las presencias, llamaban la atención algunas ausencias. En la delegación del PSOE, la de José Luis Ábalos, secretario de Organización y número 3 del partido. Cierto que un secretario de Organización se dedica sobre todo a cuestiones internas, pero lo territorial –por ejemplo– suele ser una cuestión interna que se convierte en externa, de pactos. Véase estos días Castilla-La Mancha.

Las ausencias en el flanco de Podemos son más llamativas. A comienzos de 2016, cuando Sánchez buscaba el apoyo de Podemos para su investidura, esos 10 hoy asistentes ‘morados’ a la cumbre PSOE-Podemos eran o tibios o contrarios a tal diálogo. Y el dirigente que entonces más pedía el entendimiento, Íñigo Errejón, fue ayer el gran ausente, por no invitado. Podemos, ¿convertido al errejonismo sin Errejón?