HELENA RESANO. PERIODISTA
OPINIÓN

'Are you happy?'

HELENA RESANO
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¿Usted es feliz? Tómese su tiempo antes de contestar. Seguramente pensará que con la de problemas que tiene encima es complicado afirmar que sí, que es objetivamente feliz. Pero exactamente ¿qué es la felicidad? ¿Cómo se mide? ¿La felicidad la da el dinero, el bienestar, la salud, la posición social, el trabajo, la satisfacción en el trabajo?

El lunes se publicó el informe de la felicidad elaborado por la ONU y que, por supuesto, llevaba su pertinente ranking con los países más y menos felices del mundo. Nosotros estábamos en el puesto 34, ni bien ni mal. En los primeros puestos, noruegos y daneses: son los más felices del mundo. ¿Por qué? Bueno, han invertido en algo que nos puede sonar a chino: han invertido en educación emocional. En ser más solidarios, en ser más ecológicos desde bien pequeños. En Dinamarca, por ejemplo, el Gobierno da subvenciones a quienes quieren poner un huerto ecológico en su casa. Los daneses no invierten en bolsa, invierten en energías renovables, en sistemas de reciclaje. La bicicleta es su medio de transporte preferido. Pero no solo es concienciación medioambiental. La solidaridad es otras de las variables que hace subir puestos en este ranking de la felicidad. La solidaridad, dicen los expertos, nos hace sentirnos más completos, participamos en la construcción de una obra. Arrancar sonrisas nos hace sentirnos mejor. El 43% de los daneses colabora con una ONG o con organizaciones cercanas a su comunidad.

Pero vayamos al origen, a cómo buscamos insaciablemente la felicidad. Seguramente es el único objetivo de nuestra vida. Ser felices. Fíjense en este dato: los estadounidenses este año se van a gastar 550 millones de dólares en libros de autoayuda. Pagarán cerca de mil millones en escuchar a oradores motivacionales. Su inversión en este caso no garantiza que logren mirarse al espejo y sonreírse. Perdonarse los defectos y aprender a mirar hacia delante. Poder decir, "sí, puedo decir que vivo feliz". Hay un estudio de Harvard que traduce la actitud en enfermedades. Dice que los optimistas tienen un 50% de posibilidades menos de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Hay un dato que no he mencionado antes. En ese estudio realizado por la ONU también se habla de equilibrios: de lo que queremos, de lo que necesitamos, de lo que deseamos y de lo que realmente tenemos. De crearnos necesidades. De generarnos ataduras. El otro día leía la maravillosa historia de un millonario jugador de béisbol, Daniel Norris. Gana 2 millones de euros al año, pero a sus asesores les ha pedido que le pasen solo 736 euros al mes. Ni un euro más. Dice que con eso tiene suficiente para vivir. Vive en una caravana. Cuando le preguntan por qué lo hace lo tiene clarísimo: "Estoy más cómodo siendo pobre".

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