IRENE LOZANO. ESCRITORA y DIRECTORA DE THE THINKING CAMPUS
OPINIÓN

Carta al contribuyente, en la campaña de Renta

Periodista, escritora y política.
Periodista, escritora y política.
JORGE PARÍS
Periodista, escritora y política.

Lo sé, querido contribuyente, sé perfectamente cómo te sientes. Dentro de unos días empieza la campaña de la Renta y estás aterrorizado. Si trabajas por cuenta ajena, la cosa transcurre con mayor suavidad -lo cual no significa que no pagues-, pero si eres autónomo o desarrollas alguna modesta actividad por cuenta propia, este es el momento del año en que lo pones todo negro sobre blanco. Después te miras al espejo y dices: "Somos unos lilas".

Te diría que el problema no está en los impuestos, sino en el 'somos'. ¿Quiénes 'somos'? Los que estamos en el infierno de los papeles y la calculadora; los que cumplimos las peticiones burocráticas de la Administración por ridículas que sean; los que a las cuatro de la mañana nos despertamos sobresaltados por si a la gestora se le ha olvidado numerar una factura; los que tenemos por todo patrimonio una casa -con su IBI a cuesta-– que no se puede trasladar a un paraíso fiscal; los que no pagamos el impuesto de vehículos en Andorra. En resumen, los que vivimos aquí y ahora.

Hacienda somos todos es un eslogan, como nos recordó aquella preclara abogada del Estado el día que mató a Adam Smith. Hace más de dos siglos Smith escribió sobre los principios que debían regir los impuestos. Señaló cuatro, pero fíjate solo en estos dos. El principio de justicia: que el Estado recaude de forma proporcional según los ingresos de cada uno. El principio de certidumbre: que lo tributado por cada individuo no sea arbitrario y que no nos suban los impuestos, todos, de golpe, sin aviso, y en el peor momento de la crisis.

Adam Smith no era un economista, como todo el mundo cree, sino un filósofo. Muchos años antes de escribir el título que lo ha convertido en adalid del liberalismo, La riqueza de las naciones, escribió otra obra: La teoría de los sentimientos morales. ¿Crees que la moral o los sentimientos no tienen que ver con tu trabajoso formulario de la Renta? Pues te confundes. Para Smith, el pegamento que mantiene unida a una sociedad es la empatía, la capacidad de ponernos en el lugar del otro. ¿Hay mayor falta de empatía que usar las carreteras, los hospitales o las universidades que sufragamos con nuestros impuestos y después irse a tributar a un paraíso fiscal? Lo hacen algunos de los que admiras, y no me refiero a ciertos políticos o grandes empresarios, sino también a deportistas. Esos que hoy se miran al espejo y se dicen: "Somos unos listos".

Que la Renta Web te sea leve,

Irene Lozano

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