JOSE ÁNGEL GONZÁLEZ. PERIODISTA
OPINIÓN

Carta a los que se fueron del pueblo

José Ángel González, escritor y periodista.
José Ángel González, escritor y periodista.
JORGE PARÍS
José Ángel González, escritor y periodista.

Compañeros de exilio, acabo de leer un titular que merece un réquiem y huele a la resina abrasada tras el incendio de la arboleda. Dice: "La mitad de los municipios españoles está en riesgo de extinción". El subtítulo ajusta el drama: "De los 8.125 pueblos que hay en España, 4.955 tienen menos de 1.000 habitantes". El subtexto semioculto revela que la generación española del baby boom y sus hijos todos migramos con ansia de yonquis hacia la falsa arcadia urbana e hicimos de España, quizá involuntariamente, un agujero sin almas. Sé que gran parte de vosotros, rurales como yo, lo sentimos así y nos duele un país que es retal descosido, territorio arruinado donde solo duermen la siesta los lobos, otra vez dueños, y es magnífico saberlo, de la tierra que saben interpretar con el hocico mejor que nosotros con el cerebro.

No hay vuelta atrás y las repoblaciones del rural son tan escasas como la honestidad de los cargos políticos, esa certeza también nos hermana. Fuera de mí la intención de proponer un retorno, pero no me satisfacen los motivos que aduce el realismo social para explicar la irresponsabilidad común, mía y vuestra, de la despoblación –hambre, tristeza, el horizonte multiplicado un día tras otro...–, porque siempre hubo gachas, caprichosas aves rapaces, el conocimiento absoluto del lugar. Teníamos un irracional Twin Peaks y tenemos un gulag siberiano. Teníamos villorrios, aldeas, lugares cuyos nombres pronunciábamos con el respeto que merece una cuna noble y ahora tenemos barrios con gas ciudad y estación de metro pero sin fuego, con la piel pálida y el alma socavada por el falso igualitarismo de la urbe, ¿no os parece? La densidad de la España hueca –Teruel, Cuenca, Soria, Palencia, Guadalajara...– es inferior a la de Laponia; el 53% del territorio está ocupado por el 15,8% de la población, porcentaje que desciende al 9,9 si descontamos las cabeceras comarcales o provinciales.

El presidente del Gobierno, que procede de una estirpe de señoritos de capital de provincia, acaba de tomar nota, con la tardanza usual, del abismo de la despoblación, y nombró a la ourensana Edelmira Barreiro como presidenta de una comisión sobre el ‘reto demográfico’, que es la forma benigna y sin efectos secundarios de llamar al despoblamiento. La derecha española siempre confundió matadero con paritorio. No se trata de que seamos más fértiles, sino de que regresemos al lugar donde está nuestra raíz.

Desde el corazón, aldeanos todos. Jose Ángel González

Mostrar comentarios

Códigos Descuento