Al jefe del Eurogrupo, Dijsselbloem, con antecedentes de incontinencia verbal, le están cayendo chuzos por afear al sur de Europa gastarse dinero en alcohol y mujeres y luego pedir ayuda. Le recrimino, eso sí, su machismo: el 52% de la población no existe para el holandés. Por lo demás, menos aspavientos. Manolo Escobar y Julio Iglesias, esos filósofos patrios, le dan la razón: "Me gustan las mujeres, me gusta el vino y si tengo que olvidarlas bebo y olvido". Nos olvida… como Dijsselbloem.
OPINIÓN24.03.2017 - 07:04h
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