La correa, las galletitas, la bolsa de plástico para las caquitas, la botellita de agua para limpiar el pis... Le he puesto los zapatos –los cuatro– y ese jersey que compramos en la boutique canina. Ahora me faltan manos para contestar el móvil. ¡Bah! Será mi madre otra vez, preguntando cuándo nos animamos a tener niños. ¡Ja! Con el trabajo que dan…