MARIANO GISTAÍN. PERIODISTA
OPINIÓN

Carta a los acosadores 'online'

Mariano Gistaín.
Mariano Gistaín.
20 minutos
Mariano Gistaín.

Una de cada cinco mujeres en España afirma haber experimentado abusos o acoso en las redes sociales al menos en una ocasión, incluso reciben amenazas de muerte o violación, según una encuesta de Amnistía Internacional (AI) que destaca el estrés y ansiedad que causan en las mujeres estas experiencias en internet.

Acosadores online: sois unos malvados cobardes. Os van a pillar. Si no lo han hecho ya, es porque apenas importa lo que les pase a las mujeres. Hay un machismo mundial estandarizado y con futuro. El reciente barómetro del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud consigna esta abominación: el 27,4% de los jóvenes creen que la violencia machista es "normal" en la pareja.

El machismo se reproduce a buen ritmo. Los troles acosadores de la red sois la cara oculta y cobarde de este fenómeno que define nuestras avanzadas sociedades trogloditas. Si el machismo no flotara en el aire con más persistencia que el CO2, los troles canallas no podríais seguir machacando a la gente en las redes.

La base institucional y legal del machismo es pemitir que una mujer cobre menos que un hombre por el mismo trabajo. ¡Y no pasa nada! Un país que consiente esa monstruosidad respalda el acoso, el maltrato y todo lo demás. Un país que mantiene esas prácticas es una satrapía arábiga. Se puede regular el uso de la energía solar, pero no la igualdad de salarios.

En la red está todo controlado desde el mismo chip que lleva cada dispositivo. Detectar y detener a los malvados, a vosotros, sería trivial, si se quisiera. El sistema es machista por defecto y vosotros, acosadores aparentemente anónimos, podéis seguir atacando a las personas porque el sistema, de alguna manera, de mil maneras, os ampara. Probad a insultar o a amenazar a una autoridad del Estado o a reíros de los dogmas intocables y veréis como en diez minutos llaman a vuestra puerta. La paridad universal debería ser la norma, al menos provisionalmente (cien o mil años). Eso ya daría que pensar a los violadores virtuales. Y a ese 27,4% de jóvenesmachistas.

Escribe Simone Weil en La gravedad y la gracia (1942): "Tendencia a extender el dolor más allá de uno mismo: ¡Yo aún la tengo! Las personas y las cosas no son para mí suficientemente sagradas". El que está muy hecho polvo trata de trasladar ese sufrimiento a su entorno... Mientras le dejen. Acosadores: de momento gozáis de impunidad, pero todo queda grabado.

Os van a pillar. Pensad en ello.

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