MARIANO GISTAÍN. PERIODISTA
OPINIÓN

Carta a Kim Jong-un, líder norcoreano

Mariano Gistaín.
Mariano Gistaín.
20 minutos
Mariano Gistaín.

Temido Kim Jong-un, se está haciendo usted un icono pop de primera. Cada quince días arma una traca de cohetes como en las fiestas de los pueblos. Qué inoportuno. No se da cuenta de que nadie tiene tiempo ni ganas para hacerle caso. El mundo está muy ocupado con sus cosas. Quizá por eso, usted se ha empeñado en el márquetin más peligroso que hay.

Justo cuando ya nos hemos olvidado de sus flamugios letales -la actualidad dura un tuit- usted lanza otro pepino más gordo y más lejos. ¿A dónde quiere llegar? El último ensayo ya ha deslumbrado a la pirotecnia internacional. ¡Su petardo puede alcanzar Estados Unidos! En Hawaii ya piden auxilio, búnkeres, raciones de sodio, hasta piden la extremaunción.

Temido atrabiliario Kim Jong-un: su método es suicida, le lleva de cabeza al 155 mundial. ¿No se da cuenta? Si hubiera empresas o bancos en Corea ya se habrían ido. El mundo no está para estas monsergas. Bastante tenemos con nuestra aurea precaritas: hasta para trabajar hay que pagar. Fíjese en China, hombre. Siendo también una dictadura, tienen más cuidado. ¿Es que no tiene usted amigos en Whatsapp? ¿No se da cuenta que la población de su país, sometido a una de las dictaduras más tenebrosas que hay (y mira que hay), está deseando comprarse un iPhone y cantar trap? ¿Acaso no le dice nada el éxito mundial de sus vecinos con el Gnam Gnam Style, los coches y la electrónica popular? ¿No ve que se puede conseguir la misma atención con una tonadilla que a base de bombas atómicas?

De acuerdo, su régimen atroz ha conseguido ser una potencia nuclear, su cohetería llega a cualquier parte, todos somos víctimas potenciales de sus delirios. Pero eso no da de comer. Se aprovecha usted de que nadie tiene tiempo ni ganas de hacer guerras. Las guerras ya no son necesarias, no se estilan. Su proyecto es anacrónico. Ahora se llevan los datos, gestionar las conciencias y la reventa de intimidades. Si fuera un buen estadista cambiaría esa capacidad nuclear por un turismo sano + paraíso fiscal. Su Corea podría ser un emporio.

Ahora tiene usted una oportunidad para negociar con los señores del planeta, que no se sabe bien quiénes son, tal vez en Davos le hagan un sitio de honor si renuncia a detonar el orbe. De todas formas, Kim Jong-un, de alguna manera sus locuras cumplen una función ecológica: demuestran que a lo bruto no se avanza ni se progresa. Llame al Fondo Monetario Internacional y pida hora como todos.

Salut, Mariano Gistaín

Mostrar comentarios

Códigos Descuento