En la cúpula del PP tienen claro que la fórmula para sacar adelante los Presupuestos del Estado (el fracaso en la convalidación del decreto de los estibadores es solo una advertencia) pasa tanto por consolidar el voto a favor de Ciudadanos y de Coalición Canaria (socios que apoyaron la investidura de Rajoy) como por sumar el apoyo del PNV (a quienes a cambio respaldarán en la Cámara vasca), y del diputado de Nueva Canarias. Así alcanzarían los 176 votos, mayoría absoluta, suficiente para aprobar los Presupuestos. Si no lo logra, Rajoy culpará a un PSOE dividido de bloquear España y sopesará convocar elecciones anticipadas (con las encuestas a favor). Y con Pablo Iglesias, el preferido en el PP, como principal adversario.

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