Cuatro ministros franceses dimitidos en dos semanas. Y ni siquiera estaban imputados, solo bajo sospecha de contratación irregular de asistentes. Macron ha entendido que no se puede hacer campaña con la palabra regeneración en la boca y luego admitir que el dinero de todos se utilice de cualquier manera o que el fin justifique los medios. ¿Les suena? De los casos más graves a los más leves, de la vieja política a la nueva, en España dimitir es un verbo que apenas se conjuga. Creen que debilita y es todo lo contrario.