Los Juegos de Río han traído diversión para alguno y comida para otros. En este centro aprovechan los alimentos que sobran de la Villa Olímpica, para servir un plato a los más desfavorecidos. Jan Santos es uno de los chefs de 'Gastromotiva', un proyecto que además forma en la cocina a personas sin recursos. "Que no tenían oportunidad para tener un trabajo y los formamos como profesionales de gastronomía." Por este peculiar restaurante pasa cada día como invitado un reconocido cocinero mundial. "Compartir con gente con menos recursos también nos permite a los cocineros acercarnos." Acercarse por ejemplo a Mirela, a quien los fogones le cambiaron la vida. "Esto puede convertirse en un medio de subsistencia, en una manera de ganar algo de dinero." Las Olimpiadas dejarán medallas, récords y también decenas de oportunidades. "Todo el mundo que pasa por Gastromotiva se convierte en auxiliar de cocina y entra al mercado laboral." Un legado en forma de almuerzo que ha ayudado a llenar el estómado en muchos hogares.