Bilbao apuesta por la música y ha colocado seis pianos por distintos puntos de la ciudad. El objetivo es promover la divulgación y la práctica universal de la música a través de la participación ciudadana. Los pianos se han puesto a disposición de cualquier persona que los quiera tocar, para reivindicar la figura del amateur y demostrar que la música está al alcance de cualquier persona.