El Acueducto de Segovia, en estado crítico por las vibraciones

Hace 25 años se prohibió la circulación de vehículos bajo el Acueducto de Segovia, pero esta medida no es suficiente para su conservación. El granito se rompe con sólo tocarlo. Los autobuses municipales que pasan constantemente a pocos metros, al igual que los conciertos que se realizan a los pies del monumento, emiten unas vibraciones que provocan el desgrane y rotura de la piedra.