A sus casi 37 años, Fernando Alonso ya tiene unos cuántos kilómetros a sus espaldas, sobre todo en Fórmula 1, pero no sólo ahí. El asturiano se ha convertido en el adalid de la multidisciplinariedad en el automovilismo, lo que irónicamente le ha dado el título de novato ilustre en varios paddocks, como el de Indianápolis o el de Daytona. El próximo 16 de junio debutará en otra carrera mítica, la más grande del mundo, las 24 horas de Le Mans, pero antes debe cumplir una serie de requisitos, obligatorios para todos los que quieran correr en el circuito de La Sarthe, sea un piloto desconocido o un bicampeón de Fórmula 1.
Alonso ha tenido que darse una auténtica paliza de kilómetros nada más acabar el GP de China. En su cuenta de Instagram ha ido compartiendo en las 'stories' cómo fue su viaje, demoledor, entre Shanghái (China) y París (Francia), y de ahí a Colonia (Alemania). La primera parada la realizó en la ciudad de las luces para someterse al preceptivo test de debutantes en el simulador oficial de las 24 horas de Le Mans. El bicampeón español realizó una serie de ejercicios en el simulador AOTech, tras los cuales fue declarado apto.
Assurer la saison de Formule 1 tout en se préparant pour les 24 Heures du Mans, tel est le doublé défi cette saison de Fernando Alonso. Rencontre exclusive avec le pilote espagnol avant une journée sur simulateur. pic.twitter.com/xisHVU4NZg
— Tout Le Sport (@TLSfrance3tv) 16 de abril de 2018
Este simulador está preparado para cada categoría de las cuatro que componen el Mundial de Resistencia y la cita de Le Mans: LMP1, LMP2, GTEPro y GTEAm. Los pilotos necesitan una serie de aptitudes diferentes en cada clase, ya que no es igual un LMP1 híbrido como el Toyota TS050 que llevará Alonso que un LMP2, aunque ambos sean prototipos, y evidentemente es distinto a un GTE, bien sea de la categoría Pro o Amateur. Alonso dedicó el lunes en París a ensayar en condiciones de tráfico en la pista y a adelantar pilotos y coches más lentos, tanto en condiciones de día como de noche, algo de lo que ya dio buena cuenta en su aventura en Daytona. También aprendió más sobre las señales de los comisarios, algo diferentes a las de Fórmula 1. Una vez cumplido este examen, Alonso ha recibido la luz verde para participar en las sesiones de entrenamientos libres, clasificación y carrera de las 24 horas de Le Mans y podrá subirse al coche el 3 de junio.
El mismo lunes viajó a Alemania, a la ciudad de Colonia, donde se encuentra la fábrica y sede de Toyota Motorsport. El equipo con el que va a competir en el Mundial de Resistencia cuenta en su sede no sólo con el famoso túnel de viento que hace no tantos años alquilaban a equipos de Fórmula 1, sino también un completísimo simulador en el que todos los pilotos del equipo se pasan horas y horas.
El martes lo ha dedicado completamente a trabajar en la sala del simulador, donde no sólo practicó en la pista de Le Mans, sino que además dio importantes datos a los ingenieros que, en la sala acristalada de al lado, reciben todos los 'inputs' del piloto y le pueden dar las pertinentes recomendaciones.
Una publicación compartida de Fernando Alonso (@fernandoalo_oficial) el17 Abr, 2018 a las 1:18 PDT
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