El negocio de la FIA con los fallos en boxes

El finlandés Kimi Raikkonen, tras atropellar a un mecánico en el box de Ferrari en Bahréin.
El finlandés Kimi Raikkonen, tras atropellar a un mecánico en el box de Ferrari en Bahréin.
EFE
El finlandés Kimi Raikkonen, tras atropellar a un mecánico en el box de Ferrari en Bahréin.

La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) se toma muy en serio la seguridad en los Grandes Premios de Fórmula 1, y no hay mejor manera que tocarles el bolsillo a los equipos para que ellos también se involucren. Aunque para algunas escuderías las multas, en comparación con su presupuesto, son irrisorias, para otras resulta un serio problema salir con el balance de cuentas en negativo (aún más) de un circuito.

En lo que va de temporada 2018 de Fórmula 1, la FIA ha recaudado un total de 70.800 euros en multas. Ya desde la cita que abrió el Mundial, Australia, la Federación empezó a recaudar. Por exceso de velocidad en el pitlane fueron castigados Pierre Gasly (600 €) y su compañero Brendon Hartley (200 €) en el GP de Australia. Eso fueron minucias, porque lo más 'gordo' llegó después: Kevin Magnussen y Romain Grosjean vieron cómo una pistola de las que se usan para cambiar los neumáticos les costaba a Haas no sólo un doble abandono que evitó su mejor resultado histórico, sino además 5.000 € de castigo para cada uno por un término que ya se ha hecho muy conocido en la Fórmula 1: 'unsafe release', que traducido sería 'salida peligrosa' o 'salida insegura' de boxes. Fue el primer incidente de los varios que se han producido, y que ya están siendo estudiados por la FIA y los equipos de manera conjunta.

El calificativo de 'salida peligrosa' o 'unsafe release' se lo ganan todas aquellas acciones en boxes que, potencialmente, pueden provocar un accidente: una rueda mal colocada que provoca vibraciones o que incluso se sale, una arrancada cuando otro coche entra por el pitlane, un mecánico que cruza cuando no debe... El primer supuesto se ha convertido en una pesadilla para todos los equipos en las pocas citas que van de campeonato. Si Haas fue el primer en abrir la veda en Australia, le siguió Ferrari en Bahréin, con un doble combo: en los libres del viernes se ganaron una multa de 5.000 euros por una salida insegura y el domingo en la carrera, el accidente que acabó con el atropello de un mecánico les costó no sólo el abandono de Kimi Räikkönen, que había sido el castigado en los libres, y el ingreso en un hospital del citado mecánico, sino además 50.000 euros de multa.

En China no ha faltado a su cita la llamada de los comisarios a otro equipo por un incidente similar. McLaren ha tenido que pagar 5.000 euros porque Stoffel Vandoorne salió a pista al final de los segundos entrenamientos libres en el circuito de Shanghái con una rueda mal apretada y se podía soltar.

En total, de esos 70.800 euros acumulados, 70.000 han sido por salidas inseguras. A la FIA le está saliendo muy rentable que los equipos busquen de manera constante y rozando el límite de la lógica hacer paradas en boxes cada vez más rápidas, más cercanas a los dos segundos que a los tres y que muchas veces determinan el resultado final de una carrera. Aunque eso multiplique de manera exponencial el riesgo que corren los mecánicos y pueda salirles más caro que perder ese escaso tiempo.

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