Hamilton firma la paz con Verstappen tras llamarle "gilipollas"

Lewis Hamilton y Max Verstappen se saludan en el GP de China.
Lewis Hamilton y Max Verstappen se saludan en el GP de China.
EFE
Lewis Hamilton y Max Verstappen se saludan en el GP de China.

Lewis Hamilton y Max Verstappen han rebajado la tensión con la que acabaron en la última carrera del campeonato, el GP de Bahréin. En las primeras vueltas de la segunda carrera del Mundial, el de Red Bull se tocó con el de Mercedes, provocando un pinchazo en su propio coche y, a la postre, su propio abandono. Lo que unido al de Ricciardo dejó fuera a los dos coches de la escuadra austriaca.

Al final de la prueba, mientras se secaban el sudor y esperaban para subir al podio, Hamilton, Vettel y Bottas comentaron la carrera, sin darse cuenta de que les estaba grabando una cámara. En un momento dado, mientras miraban la repetición de la carrera en una televisión, el británico comentó que Verstappen había sido un 'dickhead' (cuya traducción más exacta es 'gilipollas').

Esta respuesta provocó la intermediación posterior en la rueda de prensa de Sebastian Vettel, que pidió a la prensa que no se hiciera una gran historia de este asunto y que pensaran en qué se escucharía de los futbolistas si tuvieran un micrófono durante un partido.

Verstappen, al enterarse de lo ocurrido, respondió que para Hamilton era muy fácil culpar siempre al piloto más joven, pero no fue más allá el asunto. Para acabar de completar la firma de la paz, los dos corredores se han dado la mano durante la firma de autógrafos en el paddock del circuito de Shanghái, donde este fin de semana se disputa la tercera prueba del campeonato.

Para Hamilton, la cita de China es fudamental. Lleva dos carreras cediendo ante Vettel, que es el líder destacado del campeonato, y no puede permitirse nada que no sea recortar con el de Ferrari. El trazado de Shanghái, donde ha ganado cinco veces y ha logrado seis poles, se presenta como el escenario más idóneo.

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