Sindicatos de Policía y asociaciones de guardias civiles han condenado este viernes la muerte del ertzaina Inocencio Alonso García en los enfrentamientos del jueves en los alrededores del estadio de San Mamés, en Bilbao, y han pedido a la UEFA medidas más contundentes contra aficionados violentos en el fútbol.

El agente falleció en el Hospital de Basurto tras sufrir un infarto durante los enfrentamientos que se produjeron en los alrededores del estadio de San Mamés antes del partido de la Liga Europa entre el Athletic de Bilbao y el Spartak de Moscú.

Los representantes de los agentes han expresado su consternación por los sucesos acaecidos que provocaron la muerte de un policía en el ejercicio de sus funciones, "salvaguardado la libertad y la seguridad de los ciudadanos".

"No se trata de legislar en caliente, pero no se puede mirar hacia otro lado y es necesario promover cambios en el deporte que acaben con esta violencia", ha dicho el portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Juan Fernández.

Así, una de sus propuestas sería negar la llegada al país donde se disputase el partido a los aficionados que no tengan entradas y los que sí cuenten con ellas distribuirlos por las diferentes zonas de los estadios.

Fernández ha señalado que la actuación de los ultras del Spartak de Moscú ha hecho "flaco favor" a su país, Rusia, que precisamente acogerá este verano el Mundial de Fútbol.

Por su parte, el portavoz de la Unión Federal de Policía (UFP), José María Benito, también ha lamentado la muerte del agente vasco y ha subrayado que muchos incidentes podrían evitarse con un mayor control de los aficionados, porque por ejemplo en esta ocasión muchos llegaron desde Rusia sin visado.

Para Benito, se trata de miembros de organizaciones "criminales", muy preparados, expertos en artes marciales en muchas ocasiones y con la clara intención de provocar incidentes.

Según el portavoz de la UFP, la UEFA debería tomarse en serio estos altercados de cara a la celebración del Mundial de Rusia y podría tomar medidas como la "expulsión" de las competiciones europeas de fútbol de algunos equipos, como se hizo en los años noventa con los ingleses para acabar con la violencia de los hooligans.

Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP), su portavoz, Ramón Cosío, se ha solidarizado con el cuerpo de la Ertzaintza y ha reconocido que los agentes autonómicos se vieron desbordados por la actuación de los ultras, a la vez que ha pedido que no se mire siempre "con lupa" el trabajo policial cuando se producen estos episodios violentos.

También los representantes de la Confederación Española de Policía (CEP), Antonio Labrado, y del Sindicato Profesional de Policía (SPP), José Ángel Gutiérrez, han lamentado el fallecimiento de su compañero, que perdió su vida "defendiendo la de los demás" y han emplazado a los estamentos del fútbol a tomar medidas adicionales para terminar con la violencia en el fútbol.

Los delegados de la Unión de la Guardia Civil, Ramón Rodríguez, y de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, José Carlos Cordero, también han condenado la muerte del ertzaina y han pedido "medidas urgentes" para "erradicar cuanto antes" la violencia en los eventos deportivos.