El Real Madrid logra ante el Eibar su primera victoria plácida en el Santiago Bernabéu

Marco Asensio celebra su gol ante el Eibar.
Marco Asensio celebra su gol ante el Eibar.
EFE
Marco Asensio celebra su gol ante el Eibar.

Por fin, una victoria cómoda del Real Madrid en casa. Aunque, eso sí, sin brillo, sin chispa, agarrados a un gol en propia puerta y a otro de Asensio aprovechando el fallo del portero rival. Malos tiempos para la lírica en el Bernabéu, pero cuarta victoria consecutiva en la Liga en su persecución al líder Barça y al sorprendente Valencia.

Zidane apostó esta vez por el talento en el centro del campo, donde juntó a Modric, Isco, Ceballos y Asensio. Les arropaba Casemiro, y arriba quedaba solo Cristiano, con Benzema en el banquillo.

Pese a la acumulación de jugones, el control del partido no era de los blancos. Casi marca Isco en el segundo minuto de partido, fallando en el mano a mano, y desde ese momento el Eibar llegó más de lo que los blancos deseaban.

El primer gol llegó en una jugada de fortuna, en un remate que buscó Ramos y que Paulo Oliveira se metió en su propia portería.

Tras el tanto, momentos de incertidumbre, con llegadas de los armeros y dominio sin autoridad de los madridistas, que esperaban que el gol llegara de una genialidad.

Y la genialidad llegó, aunque con favor de Dmitrovic. Asensio enganchó un gran disparo desde dentro del área, y el portero serbio tardó demasiado en agacharse a un balón aparentemente no demasiado complicado. Sin apenas méritos, el Madrid se veía con el marcador muy a favor.

Tras el descanso, volvio a tener Isco un mano a mano, y lo volvió a fallar. Quizás lo suyo sean días grandes. O probablemente fuera que no tenía el día inspirado. El partido seguía abierto, pero solo en teoría, pues no daba la sensación el Eibar de poder hacer daño a su rival, por mucho que los madridistas no se hicieron del todo con el control del choque. 

El campo se volcó ya definitivamente hacia la portería armera, y que llegara el tercero era cuestión de tiempo. La tuvo Cristiano en otro mano a mano que sacó Dmitrovic, y después un recién ingresado Benzema. Y al final el que sentenció fue Marcelo, que también llevaba pocos minutos en el campo.

El Real Madrid sumó tres puntos importantes, logró una cómoda victoria en el Santiago Bernabéu pero la sensación es que el equipo aún está muy, muy lejos de la versión que le hizo campeón de Liga y Champions hace apenas unos meses.

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