Un vecino de Nevada, en Estados Unidos, tuvo su coche guardado durante el invierno. Ahora, con la primavera y las buenas temperaturas, fue a arrancar de nuevo el coche, pero se encontró con una sorpresa. Al abrir el capó, lo encontró lleno de piñas.
El hombre las sacó y resulta que había 23,5 kilos de estas piñas, al parecer guardadas celosamente por ardillas, que aprovechan cada hueco para conservar alimentos. El problema es que algunas de las piñas se abrieron y las semillas se quedaron por todo el motor. Por suerte, se pudo limpiar y el coche funciona perfectamente.
La historia fue publicada en Facebook por un amigo y ha sido compartida más de 2.000 veces.
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