En un apartado poblado de Noruega no está permitido morirse

  • Existe una ley en vigor desde 1950 que "recomienda" a sus habitantes no morir allí.
Noruega.
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FORBES
Noruega.

Longyearbyen está situado en las islas Swalbard, Noruega, siendo el pueblo más septentrional del mundo donde la luz del sol solo visita a sus más de 2.000 habitantes cuatro meses al año.

Pero no es su única peculiaridad, ya que los ciudadanos no pueden morirse según una ley de 1950.

En esta se "recomienda" trasladarse del continente a las personas que enfermen de gravedad por si estas finalmente mueren o, en el caso de las embarazadas, dar a luz en Noruega continental.

¿Cuál es la causa?

Esta situación especial no se debe a la carencia de servicios, ya que cuentan con un pequeño hospital. ¿Entonces por qué nadie muere en Longyearbyen? La respuesta está en las bajas temperaturas del lugar, que rondan los 50 grados bajo cero en invierno y no superan los 17 grados en verano. Esto hace que cualquier persona enterrada en el poblado no se descomponga.

A principios del siglo XX, unos investigadores, creyendo que las condiciones permitían conservar virus, desenterraron los cadáveres de unos marineros fallecidos durante una epidemia en 1918. Estaban en lo cierto, y así fue como consiguieron crear una vacuna para esa enfermedad gripal.

Con estos conocimientos, en 1950 se decidió prohibir a sus habitantes morir en Longyearbyen por miedo a extender enfermedades.

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