'Anime!', una historia de la adictiva animación japonesa

  • Una exposición en Bonn repasa el fenómeno cultural.
  • Entre el material gráfico hay celuloides, los dibujos en hojas transparentes utilizados antes de la llegada del ordenador.
  • Los retratos de 'cosplay' del fotógrafo Oliver Sieber y las ilustraciones de Amano Yoshitaka completan la muestra.
Escena de la película 'Akira' de 1988
Escena de la película 'Akira' de 1988
Collection of Mike & Jeanne Glad
Escena de la película 'Akira' de 1988

Heidi, Vicky el vikingo, La abeja Maya, Sailor Moon, Bola de Dragón, Pokémon... La animación japonesa vive en la programación televisiva desde hace décadas.

Películas como Akira, La princesa Mononoke y El viaje de Chihiro se han convertido en clásicos de culto, suman fans en las nuevas generaciones y despiertan el interés por un modo expresivo adictivo que sobrepasa al mero dibujo animado para convertirse en industria y fenómeno social.

El Kunst und Ausstellungshalle, en la ciudad alemana de Bonn, presenta en la muestra Anime! High Art-Pop Culture (¡Anime! Arte elevado - Cultura pop) la historia, la estética, la técnica y los métodos de producción del anime.

El museo ofrece un recorrido que va desde la explosión de popularidad de los héroes japoneses -en la pequeña pantalla a finales de los años setenta- a su introducción en los videojuegos, terminando en las últimas novedades que ofrece la animación japonesa.

Instantes alargados y ojos brillantes

Las imágenes congeladas, los instantes alargados y los ojos brillantes de los personajes son algunas de las claves de su éxito y singularidad.

La palabra anime incluye  géneros y técnicas empleadas para que los dibujos se conviertan en movimiento y ha desarrollado un lenguaje pictórico internacional con gran capacidad dramática.

La muestra reune material relacionado con la cultura pop, la producción, la recepción, el fanatismo y la mercadotecnia que rodean a la animación japonesa.

Entre las ilustraciones expuestas abundan los celuloides, dibujos en hojas transparentes que constituían el método de animación antes de la llegada de los ordenadores.

Lienzos, figuritas de tinte erótico, ilustraciones y material audiovisual dan una idea de la complejidad de lo que al principio sólo parece un producto destinado al público infantil.

Como complemento a la exposición, el museo expone los retratos de cosplay (personas que se disfrazan de personajes de anime) del fotógrafo alemán Oliver Sieber y las ilustraciones del veterano ilustrador japonés Amano Yoshitaka, diseñador de los personajes del videojuego Final Fantasy.

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