Serra define la subida de los sueldos en Catalunya Caixa como "leal", "legal" y "conveniente"

  • El expresidente de Catalunya Caixa, el exdirector general de la entidad y otros 52 altos cargos están acusados de administración desleal.
  • Aprobaron aumentos retributivos y cuantiosas indemnizaciones cuando la caja recibía ayudas públicas.
  • Adolf Todó asegura que el FROB y el Banco de España estaban informados del incremento salarial.
  • Un centenar de personas se manifiesta en la Ciudad de la Justicia, con empujones, gritos y petardos.
  • Ausbanc pide cárcel preventiva para el exministro socialista, pero el juez lo desestima.
Un centenar de afectados por las preferentes se han manifestado en la Ciudad de la Justicia coincidiendo con la declaración de Narcís Serra y Adolf Todó.
Un centenar de afectados por las preferentes se han manifestado en la Ciudad de la Justicia coincidiendo con la declaración de Narcís Serra y Adolf Todó.
GUILLEM SÀNCHEZ / ACN
Un centenar de afectados por las preferentes se han manifestado en la Ciudad de la Justicia coincidiendo con la declaración de Narcís Serra y Adolf Todó.

El expresidente de Caixa Catalunya Narcís Serra ha defendido este lunes su gestión al frente de la entidad de ahorros que acabó nacionalizada al calificarla de "legal", "leal" y "conveniente", además de justificar las subidas de sueldo a los directivos cuando la entidad estaba en plena crisis. Por su parte, el exdirector general de la entidad, Adolf Todó, ha asegurado que su aumento salarial fue comunicado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y al Banco de España.

Tras prestar declaración como imputado ante el juez que instruye el caso contra 54 exdirectivos de Caixa Catalunya por una presunta administración desleal, en declaraciones a los periodistas, Serra ha salido en defensa de su actuación al frente de la entidad. En unas breves palabras repetidas en catalán y castellano, sin prestarse a responder preguntas, ha asegurado que en 2010 aprobó el aumento de salarios variables para el exdirector general Adolf Todó, porque "había que mantener al equipo directivo de la caja". "La lealtad del consejo de administración está más que demostrada", ha agregado el socialista.

Según han informado fuentes judiciales, el que fuera presidente de Caixa Catalunya ha defendido su gestión y ha explicado que el consejo de administración de la entidad decidió subir los sueldos a los directivos, como una medida para dar empuje económico a la caja, en base a informes que habían encargado a consultores y que aconsejaban igualar sus salarios a los precios del mercado.

Serra, que también fue ministro socialista, ha explicado que esos informes eran encargados por la comisión de retribución de la entidad, de la que él mismo formaba parte junto al exdirector general Adolf Todó, y una vez ratificados por ese organismo eran llevados al consejo de administración de Caixa Catalunya.

El presidente de la entidad bancaria se ha negado a contestar a las acusaciones populares que ejercen en el caso las CUP y la asociación de usuarios de banca Ausbanc. En el caso de las CUP, Serra ha dicho sentirse ofendido por las palabras que el portavoz de esta formación, David Fernández, le dirigió en su comparecencia en la comisión de investigación del Parlamento catalán, cuando le tildó de "ladrón".

El juez, han añadido fuentes judiciales, ha reconocido el derecho del imputado a negarse a contestar a las preguntas que se le pregunten en su interrogatorio, pero ha recordado a Serra que no se encuentra en sede parlamentaria en que podía disfrutar de inmunidad, sino en sede judicial.

Por su parte, Lluís Pineda, abogado de la asociación Ausbanc, que ejerce la acusación popular en la causa, ha explicado a los periodistas que Serra ha dicho que se consideraba a sí mismo un mero "funcionario" dentro de la entidad y que su gestión respondía a las instrucciones que recibía de la Generalitat y del Banco de España. Según Pineda, Serra ha asumido que despachaba a diario los asuntos de la entidad y que fue él quien exigió un "cambio de rumbo" a la nueva dirección, encabezada por el exdirector Adolf Todó, que también declara hoy como imputado.

Este abogado de la acusación popular ha añadido que Serra ha justificado ante el juez el aumento de las retribuciones fijas y variables, pese a que se acordaron en el año 2010, cuando se había solicitado ayuda económica al Estado a través del FROB y se estaban dejando de pagar a los titulares de preferentes y deuda subordinada.

Según han informado fuentes judiciales, el exdirector de la antigua Caixa Catalunya ha asegurado ante el juez instructor que su aumento salarial fue comunicado tanto al FROB como al Banco de España a través de los informes y memorias que se remitían periódicamente, sin que nunca objetara nada. Según los imputados, la Generalitat también estaba al corriente y la subida salarial cumplía la directiva europea de 2009 que, precisamente, limitaba las remuneraciones de los exdirectivos

El exdirectivo Joan Güell ha sido el tercero y último miembro de la cúpula de la antigua caja de ahorros que ha declarado este lunes —los otros 51 lo harán el 30 de octubre y los días 4, 5 y 11 de noviembre—. Güell, quien ha revelado que él y su familia están afectados por las preferentes, fue vicepresidente de la comisión retributiva de Caixa Catalunya en representación de los impositores, un cargo que, ha argumentado, le correspondió por sorteo y que votó a favor de subir los salarios aunque no participó en la decisión. Sólo votaron en contra siete miembros del consejo, presumiblemente los representantes de los trabajadores.

Petición de cárcel

Ausbanc, que actúa como acusación particular en el caso abierto contra los exdirectivos de Catalunya Caixa, ha pedido prisión preventiva para el expresidente de la entidad Narcís Serra al percibir riesgo de que pueda destruir documentación importante, pero el magistrado que instruye la causa lo ha desestimado.

El juez de instrucción Josep Maria Pijoan —que también investiga el caso del Palau de la Música— entiende que existen suficientes indicios para citarlos a declarar como imputados por un delito de administración desleal tras admitir a trámite la denuncia presentada por la Fiscalía Anticorrupción. El Ministerio Público sostiene que los imputados aprobaron aumentos retributivos e indemnizaciones a los altos cargos "con evidente abuso del cargo", ya que "utilizaron los fondos de una entidad con connotaciones y trascendencia públicas, en beneficio propio y con claro perjuicio para la entidad, lo cual contribuyó a su grave crisis financiera".

Dichos sobresueldos se aprobaron en enero y octubre de 2010, pese a que en julio de ese año la entidad tuvo que acudir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para pedir una ayuda de 1.250 millones tras la reducción drástica de los beneficios y la entrada en pérdidas. En octubre de 2011, el FROB desembolsó otros 1.718 millones más, con lo que se hizo con el 89,74% del capital del banco surgido tras la fusión de las cajas de ahorros Catalunya, Tarragona y Manresa.

En diciembre de 2012, el FROB aportó otros 9.084 millones de euros a la entidad, por lo que pasó a ostentar el 100 % del capital. Ese año, las pérdidas de Catalunya Caixa rondaron los 12.000 millones de euros. Ello no impidió, según la Fiscalía, que entre octubre de 2011 y mayo de 2013, cuando fue destituido, Todó ganara 4 millones de euros y se asegurara pólizas y planes de pensiones por valor de 8,2 millones.

Por su parte, Narcís Serra —que fue vicepresidente del Gobierno con Felipe González— recibía "elevados emolumentos en concepto de dietas", que en 2006 llegaron a los 135.707 euros, hasta que entre 2007 y 2010 combinó las dietas con un salario, por lo que pasó a cobrar entre 236.000 y 260.000 anuales pese a que, según la denuncia, tenía un cargo representativo en la entidad.

Gritos y petardos

Un centenar de trabajadores de la administración de justicia y de afectados por las preferentes se han manifestado en la Ciudad de la Justicia coincidiendo con la declaración de Serra y Todó. Sin embargo, los dos exdirectivos han llegado sobre las 9 de la mañana, una hora y media antes de la declaración evitando así la protesta.

Los manifestantes convocados por Aicec-Adicae han llevado a la concentración un chorizo gigante de plástico para recibir a los dos exresponsables de la entidad bancaria y a ellos se han unido decenas de funcionarios de Justicia —algunos de ellos están en huelga indefinida desde el 4 de septiembre—, que han gritado consignas contra los recortes en la administración y han mostrado la pancarta 'Justicia en huelga'.

Los concentrados han gritado consignas como 'Ladrones', 'A los jubilados les han robado', 'Las preferentes matan a la gente', y han mostrado pancartas contra productos bancarios como las preferentes y subordinadas. Algunos de ellos han intentado entrar en el Juzgado de Instrucción 30 y un jubilado ha sido retenido unos minutos después de que tirara dos petardos en el interior del edificio.

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