La de Santa Claus es una de esas tradiciones que ha llegado hasta nuestro tiempo totalmente transformada respecto a su versión original. La publicidad y el cine de Hollywood han contribuido a instalar en el imaginario colectivo occidental, a lo largo de todo el siglo XX, que Santa Claus vive en el Polo Norte y que viaja en un trineo volador, tirado por renos, para repartir regalos durante la noche del 24 al 25 de diciembre.

Se trata de una interpretación procedente de distintas fuentes de la literatura estadounidense decimonónica. Sin embargo, mucho más desconocido es que el primigenio proviene de los Países Bajos, tiene su residencia en Madrid y su noche es la del 5 al 6 de diciembre. Sinterklaas es el nombre familiar con el que en neerlandés se conoce al precursor de Santa Claus.

Precisamente fueron los neerlandeses que fundaron Nueva Ámsterdam, la actual ciudad de Nueva York, los que llevaron consigo la leyenda de Sinterklaas a Estados Unidos en el siglo XVII. Así lo explica la doctora Marie-José Wouters, autora de la enciclopedia Sinterklaaslexicon y considerada como una de las mayores expertas en la historia y figura de este popular personaje. Con el paso del tiempo, la tradición neerlandesa fue alterándose en EE UU y dio pie a una nueva versión del mito, que se ha acabado exportando a medio mundo. El propio nombre de Santa Claus es una deformación anglófona de Sinterklaas.

Se tiene la certeza de que en los Países Bajos la fiesta de Sinterklaas, en honor a San Nicolás, se celebra desde 1360, aunque Wouters argumenta que "posiblemente sea anterior". Se comenzó repartiendo pan, galletas y zapatos a los niños pobres y la efemérides comenzó a popularizarse entre todas las capas de la sociedad. El artista barroco Jan Steen, por ejemplo, dio vida entre 1665 y 1668 al cuadro La fiesta de San Nicolás, que se conserva en el Rijksmuseum de Ámsterdam.

Asimismo, el vinculo de Sinterklaas con España es doble. Por una parte, el cuerpo sin vida de San Nicolás fue llevado a Bari mientras esta ciudad era una posesión de la Corona de Aragón, posteriormente pasó a España y hoy es una importante ciudad metropolitana de Italia, y por otra, los propios Países Bajos formaron parte del imperio español bajo el reinado de Carlos V y durante parte del de su hijo Felipe II.

Hoy la llegada de San Nicolás a los Países  Bajos es un acontecimiento nacional. Cada año, a mediados de noviembre, Sinterklaas elige un ciudad distinta como punto de entrada en la nación, la agraciada este año ha sido Meppel.  Su medio de transporte desde España es el barco, aunque dentro del país monta a caballo. Se presupone que su puerto de salida es el de Alicante. La televisión nacional emite la llegada en directo, mientras decenas de miles de personas, especialmente niños, se agolpan para darle la bienvenida y pedirle que corresponda sus peticiones el 6 de diciembre.

En el siglo XIX se incorpora la figura de los Zwarte Pieten o Pedritos Negros, una suerte de pícaros ayudantes de Sinterklaas que no siempre han contado con una buena reputación entre los niños, en tanto que son los encargados de reprender sus comportamientos negativos. En este sentido, a los menores traviesos se les suele decir que los Pedritos se los llevarán a Madrid en el caso de que no corrijan su actitud, algo similar a la advertencia que se hace en España de recibir carbón de los Reyes Magos.

Para la escritora Marie-José Wouters, la amenaza de llevarse a los niños neerlandeses a Madrid "probablemente se remonte al tiempo que estuvimos en guerra con los españoles con motivo de nuestra independencia, entre 1584 y 1648". Recientemente ha habido cierta polémica en torno a la cuestión racial de los Pedritos y, por ello, se ha empezado a introducir que el tizne negro se debe al hollín de las chimeneas de cuando bajan a depositar los regalos.

Wouters cuenta que en la corte española antigua también era costumbre colocar regalos en los zapatos durante la noche previa a la festividad de San Nicolás. "Los receptores nunca sabían de dónde ni cómo llegaban los regalos a la casa". Esta costumbre se llama ‘zapato’ –conservándose aún el término en castellano–. "No está claro si esta costumbre vino de España a los Países Bajos, o al revés". Al parecer, todavía se realizan estas sorpresas, y con cierta socarronería. Por ejemplo, "para alguien que tenga miedo a los ratones, se puede hacer uno grande con textiles y dulces en el interior".

No menos curiosa es la apariencia y la vestimenta de Sinterklaas. Su ropaje parece el de un obispo, también inspirado en el auténtico San Nicolás. Eso sí, con algunas modificaciones. Los colores rojo y blanco parecen los originales del santo, de acuerdo a las representaciones antiguas, pero la cruz cristiana de su mitra ha sido sustituida por las tres cruces de la ciudad de Ámsterdam, que simbolizan la lucha contra las tres amenazas históricas de la ciudad: las inundaciones, los incendios y la peste. Se ha hecho así para restar "significados religiosos" a la figura de Sinterklaas, tal como asevera Wouters, y que todos los niños, con independencia de su origen o credo, puedan participar de la fiesta.

A las celebraciones de Sinterklaas y de la Navidad neerlandesa se asocia también el consumo de pepernoten, un dulce navideño que empezó a popularizarse en el siglo XVI y que ha acabado convirtiéndose en un clásico en estas fechas. Se trata de galletitas cocinadas a base de jengibre, pimienta y distintas especias, que se incorporaron a la receta en el siglo XVII, a raíz de su importación de Asia.

Sinterklaas es el encargado de repartir el pepernoten entre los niños. En los Países Bajos sería difícil entender la Navidad sin este manjar dulce, del mismo modo que en España ocurre con el turrón o los polvorones.

Cabe señalar que aunque el Santa Claus estadounidense sea una derivación de Sinterklaas, la cultura neerlandesa los considera dos personajes distintos y diferenciados, en parte, con la intención de preservar su tradición y evitar que ambos se confundan. Al personaje importado de EE UU lo llaman Kerstman en los Países Bajos, que significa Hombre de la Navidad.

Así, Sinterklaas se celebra el 6 de diciembre, como se ha dicho anteriormente, mientras que Kerstman tiene lugar la noche de Navidad. Sea como fuere, más allá de particularidades históricas, anécdotas o la forma en la que se represente, Sinterklaas, Santa Claus o incluso en España los Reyes Magos, los niños seguirán despertándose un día de Navidad con el deseo de encontrar en su zapato el regalo que con toda su ilusión han pedido.

Nació en Licia, en la moderna Turquía, hacia el año 270, y falleció un 6 de diciembre de mediados del siglo IV. Fue nombrado obispo de Mira y canonizado tras su muerte. Desde entonces es venerado por distintas ramas del cristianismo. Sus restos fueron trasladados a Bari, un territorio conquistado por la Corona de Aragón. San Nicolás es, de hecho, el patrón de la ciudad de Alicante y el que da el nombre a su concatedral.

Se le atribuye, entre otros, el milagro de las tres doncellas, a las que su padre pretendía prostituir por carecer de dote para casarlas. El santo lanzó tres bolsas de monedas de oro durante tres noches (por la ventana, por la chimenea y dentro de la ropa tendida) y todas pudieron casarse sin tener que vender su cuerpo.