Así llegan al 20-D PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos e IU tras una frenética campaña electoral

  • El PP no ha logrado despuntar en estos 15 días: Rajoy no convenció en su único debate, no llenaron importantes mítines y el caso del cobro de comisiones enturbió su campaña.
  • El PSOE ha ofrecido una imagen de unidad durante la campaña, cuyo punto de inflexión fue el duro debate entre Rajoy y Sánchez en televisión.
  • Podemos ha conseguido remontar en las encuestas gracias a los debates y la participación de Iglesias en actos de la vida política.
  • Ciudadanos, que partía con fuerza, ha perdido gas durante la campaña, aunque sigue posicionado como un partido que facilitará o impedirá gobernar.
  • IU consiguió remontar sus espectativas con una original campaña en redes sociales, y se muestran esperanzados por colarse junto a los cuatro favoritos.
  • Las claves de este 20-D: indecisos, el voto femenino, posibles pactos...
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De izquierda a derecha, Mariano Rajoy (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos), Albert Rivera (Ciudadanos) y Alberto Garzón (IU-Unidad Popular)
De izquierda a derecha, Mariano Rajoy (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos), Albert Rivera (Ciudadanos) y Alberto Garzón (IU-Unidad Popular)
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De izquierda a derecha, Mariano Rajoy (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos), Albert Rivera (Ciudadanos) y Alberto Garzón (IU-Unidad Popular)

Tras 15 frenéticos días de campaña electoral, los principales partidos llegan de manera dispar a los comicios generales de este domingo, que presentan un panorama muy abierto donde el alto porcentaje del voto indeciso será clave: mientras en el PP se ha instalado la incertidumbre, Podemos llega eufórico tras una campaña de remontada, Ciudadanos confía en tener la llave de Gobierno, el PSOE está convencido de que su campaña ha funcionado e IU se muestra optimista con los resultados.

PP: incertidumbre y temor a perder por los pactos

El final de la campaña electoral ha dejado muy inquieto y debilitado al PP. El partido en el Gobierno no ha despuntado en estos 15 días, según las encuestas, y su líder, Mariano Rajoy volvió a recurrir al discurso del miedo ante la posibilidad de que un pacto de izquierdas pueda desalojarle de La Moncloa. Ese descenso en popularidad se ha trasladado también a sus mítines de campaña: su mayor acto tuvo lugar en la plaza de toros de Las Rozas y no consiguió llenar el aforo de 4.300 personas.

Según fuentes del comité de campaña que cita Europa Press, el descenso de Ciudadanos en las encuestas y el debate "a cara de perro" con Pedro Sánchez, han provocado en la formación temor a perder el Gobierno, especialmente cuando en estos 15 días de caravana electoral sólo han conseguido una "mejora ligerísima" en sus sondeos.

Aunque Rajoy prefiere no oír hablar de pactos hasta que "no hablen los españoles", en las filas del PP admiten que Ciudadanos es la formación con la que pueden entenderse y llegar a un acuerdo, como ha ocurrido en la Comunidad de Madrid, en La Rioja o en Castilla y León.

La polémica también ha enturbiado la campaña del PP con el caso del supuesto cobro de comisiones que ha afectado al ahora exembajador en la India Gustavo de Arístegui (dimitió hace una semana) y al 'número dos' por Segovia, Pedro Gómez de la Serna. Los 'populares' lamentan que este último se haya "enrocado" y no haya renunciado a ir en la lista del PP.

Los debates electorales televisados, con las sonadas ausencias y una única presencia del candidato a la Moncloa también han dejado huella durante la campaña. Tras enviar a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría al debate a cuatro de Atresmedia, Rajoy solo se ha enfrentado en un cara a cara con el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, un debate del que salió visiblemente molesto tras las acusaciones del socialista de que no era una "persona decente". El PP considera que el presidente ganó ese encuentro porque, al defender su honorabilidad, Sánchez no consiguió "matarle políticamente". "Y si no matas, pierdes", resumen fuentes del comité de campaña del PP a Europa Press, que creen que ese duelo no ha servido para mover voto.

La ausencia de Rajoy en los debates sí se vio recompensada con su aparición en programas como el de Bertín Osborne En tu casa o en la mía de TVE o Qué tiempo tan feliz de María Teresa Campos en Telecinco, donde mostró su lado más humano en amables entrevistas.

Sin embargo, lo que ha empañado el final de la campaña ha sido el puñetazo que Rajoy recibió en Pontevedra cuando paseaba junto a otros dirigentes políticos por las calles de la ciudad, un suceso que han condenado todos los líderes políticos.

PSOE: un cara a cara que cambió su discurso

Por su parte, desde el PSOE se ha mostrado convencido de que su campaña, pese al mal resultado que auguran las encuestas, ha funcionado. La dirección del PSOE, en declaraciones a Europa Press, sostiene que llega al 20-D con muchas opciones de ser la primera fuerza política. Aunque, según aseguran, no tienen encuestas propias y, dicen, no se creen las que se publican, defienden que socialistas y 'populares' están muy cerca y, a su vez, lejos del tercer y cuarto puesto.

Para los socialistas, la campaña marcó un antes y un después con el cara a cara entre Sánchez y Rajoy. La acusación de Sánchez a Rajoy de no ser "una persona decente", y la respuesta del presidente calificando al candidato socialista de "ruin, mezquino y miserable" afiló los ataques entre ambos partidos.

Según el equipo de Sánchez, esta jugada agresiva les salió bien, ya que el objetivo fundamental era movilizar a los suyos y, aseguran, lo ha conseguido. "Era lo que todos los españoles querían oír", dijeron los socialistas. "Se puso muy nervioso cuando le dijeron que no era decente", aseguró el líder del PSC, Miquel Iceta. El propio Sánchez declaró en varias ocasiones que no se arrepentía de nada de lo que dijo y la exministra y candidata catalana Carme Chacón, aunque reconoció que Sánchez "habló con dureza", argumentó que "la corrupción se debe atacar con dureza". Precisamente ese debate sirvió para traer a un primer plano los casos de corrupción en el PP.

Si en un primer momento lo dedicaron a erigir un "muro de contención" contra Ciudadanos, los últimos días de campaña el PSOE ha dedicado sus mensajes al electorado que se les pueda ir a Podemos, con llamamientos a "no dispersar el voto del cambio".

Por otro lado, el partido ha querido mostrar una imagen de unidad, evidenciada en el mitin del ecuador de la campaña en Sevilla con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. De hecho, en estas dos semanas, Sánchez solo ha recibido apoyo de sus 'barones' y ninguno ha metido presión hablando de pactos postelectorales, aunque algún dirigente territorial ha apuntado que no sería "razonable" un pacto a tres, con Ciudadanos y Podemos, si el PP es la lista más votada.

Pese a los resultados que auguran los sondeos, el PSOE no quiere hablar de ningún escenario después del 20 de diciembre. Tampoco quieren aventurar qué pasara si el partido sufre una debacle. Sánchez dijo la semana pasada que si no gana, será "un fracaso", pero los últimos días de campaña ha reiterado su discurso habitual de que serán los militantes quienes decidan hasta cuándo está al frente de la Secretaría General. "Mi futuro lo van a decidir los españoles con sus votos, y luego lo decidirán los socialistas como militantes del PSOE", ha reiterado en una entrevista a 20minutos.

Podemos y su campaña de remontada

El partido de Pablo Iglesias vive uno de sus momentos más dulces de los últimos meses: de partir en un cuarto puesto y sin opciones de jugar un papel decisivo, según los sondeos, a tomar impulso gracias a los debates, la participación de Iglesias en actos de la vida política española (en el Día de la Constitución) e incluso el reconocimiento de Rajoy como interlocutor en los grandes asuntos de Estado, como Cataluña o la lucha contra el terrorismo yihadista.

Es lo que ellos mismos denominan "remontada". "Lo estamos tocando con la punta de los dedos, adelante que podemos ganar", ha proclamado una y otra vez el candidato a la Moncloa de la formación morada, Pablo Iglesias, a lo largo de una campaña que le ha llevado a recorrer unos 13.000 kilómetros y que, según el balance de la formación, ha ido "de cine".

Más allá de los emocionados y multitudinarios mítines, los debates electorales han sido claves para la remontada de Podemos, especialmente dos: el debate a cuatro junto a Pedro Sánchez, Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría, y uno en el que no participó, el cara a cara entre Sánchez y Rajoy, que Iglesias valoró como la prueba definitiva de queel bipartidismo ha llegado a su "fin" y ha comenzado una "nueva transición".

Podemos también ha tratado de sacar provecho de sus alianzas territoriales con Compromís, En Común y Anova, formaciones con una importante popularidad en sus territorios —Comunidad Valenciana, Cataluña y Galicia, respectivamente—. Además, ha tirado del éxito de las candidaturas populares que triunfaron en los comicios autonómicos, como es el caso de Ada Colau en Barcelona. De hecho, Colau ha acompañado a Iglesias hasta en cinco mítines electorales, incluyendo el acto central de la campaña, celebrado en la Caja Mágica de Madrid.

Ciudadanos: pierde gas aunque tendrá un papel clave

A diferencia de Podemos, Ciudadanos partía con fuerza y como favorito en el arranque de la campaña electoral. Aupado por el resultado de las elecciones autonómicas de Cataluña (donde pasó de 9 a 25 escaños y ahora es el principal partido de la oposición), la formación de Albert Rivera pasó de disputarse el segundo puesto con el PSOE a caer hasta la cuarta posición, según las últimas encuestas.

El debate a cuatro, en el que Rivera no destacó como en otros debates anteriores, supuso un punto de inflexión para esa caída: fue muy discreto para las expectativas que había levantado, destacando por el visible nerviosismo que manifestó durante el mismo.

Sin embargo, ha sido a partir de esta pasada semana cuando los sondeos han apuntado al desplome de la formación naranja, con trasvase de votos tanto a PP, PSOE como el partido de Pablo Iglesias. Rivera ha tratado de restar importancia a estas últimas encuestas, indicando que cambian cada día.

Otro de los asuntos que han complicado su campaña electoral ha sido la política de pactos. Aunque Albert Rivera ha mantenido que tras los comicios no apoyaría ni a populares ni a socialistas —"A Rajoy y a Sánchez ni investidura, ni pacto, ni Gobierno, ni ministros", recalcó en una entrevista en 20minutos—, en las últimas horas ha planteado la posibilidad de abstenerse para facilitar la investidura de un Gobierno. También ha dicho que Ciudadanos se opondrá a la formación de un Gobierno de "perdedores" que desbanque a partido más votado de las elecciones generales y en el que sea decisivo Podemos, que apuesta por celebrar un referéndum en Cataluña sobre la independencia.

Acierten o no las encuestas, para Ciudadanos supondrá entrar por primera vez en el Congreso de los Diputados. El número de escaños que finalmente obtenga le capacitará para impedir o facilitar la formación del nuevo Gobierno.

IU: esperanzados por colarse junto a los cuatro favoritos

La campaña de Izquierda Unida, que se presenta a estas elecciones dentro de la coalición de Unidad Popular, se ha caracterizado por actos austeros y cercanos, lejos de los grandes mítines en polideportivos, y centrados en aquellas provincias en las que más posibilidades tiene de conseguir escaño (Madrid, Sevilla, Málaga, Valencia, Asturias y Zaragoza). Eso no impidió que los locales se quedaran pequeños para el público que quería escuchar y ver en directo a Alberto Garzón, como ocurrió en el teatro de La Latina de Madrid la semana pasada.

Las opciones de IU han ido en aumento a medida que avanzaba la campaña electoral, que partió con el foco puesto sólo en cuatro partidos: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. Su éxito viene por haber conseguido introducir su discurso entre estas cuatro formaciones y erigir a Garzón como el único candidato "de la izquierda real" frente al viraje hacia el centro del resto.

El papel que han jugado las redes sociales y su original utilización, especialmente de Twitter, ha sido fundamental para potenciar su mensaje fuera de los medios de comunicación tradicionales y llegar a un público más amplio. Un ejemplo es el tuit de Garzón el día del debate a cuatro al que no se le invitó: "¿Os está gustando mi intervención? Es lo que tiene la democracia, que está a régimen". Este irónico comentario logró convertirse en el más retuiteado (compartido) de un político español en la historia de la red social.

Las redes sociales de IU-Unidad Popular han estado gestionadas durante la campaña por un joven equipo de profesionales que han adoptado un tono divertido y coloquial con el que han conseguido tener un gran impacto en Internet. Etiquetas como "GatetesConGarzón" o "AbuelasConGarzón" han estado durante los últimos días entre las más utilizadas por los internautas, llenando las redes sociales de gatos o abuelas en apoyo al candidato de IU.

Su éxito se ha traducido en los siguientes datos: la cuenta oficial de IU en Twitter ha sumado entre el 4 y el 16 de diciembre casi 22.000 nuevos seguidores y la cuenta personal de Garzón ha aumentado en más de 34.500 seguidores. En Facebook, IU ha sumado 10.765 seguidores y el vídeo electoral ha tenido más de un millón de reproducciones en Facebook y 130.500 en Youtube.

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