Vecinos de Valencia envían 227 quejas por ruidos al Síndic de Greuges en un año

  • Las terrazas, el tráfico, el ruido de la calle y los casales son los focos de contaminación acústica denunciados por los ciudadanos.
  • El ente remite los casos al Ayuntamiento con indicaciones para que tome medidas.
  • La institución autonómica tramitó 14.143 escritos en 2016, un 3,9% más que el año anterior, sobre todo del ámbito educativo.
Terrazas en la céntrica calle Ribera de Valencia.
Terrazas en la céntrica calle Ribera de Valencia.
20MINUTOS.ES
Terrazas en la céntrica calle Ribera de Valencia.

La exposición continuada a unos niveles elevados de ruidos puede "poner en grave peligro la salud de las personas" y vulnerar, en última instancia, el "derecho a la integridad física y moral" de los ciudadanos recogido en el artículo 15 de la Constitución Española, sobre todo cuando lo sufren en su propia casa y ante la pasividad de los poderes públicos.

Con esta premisa de partida está actuando el Síndic de Greuges, el defensor del pueblo valenciano, ante las quejas por contaminación acústica que llegan a esta institución autonómica. Solo entre febrero de 2016 y el mismo mes de este año, el registro de entrada del Síndic recibió 227 quejas desde la ciudad de Valencia por este motivo. La casuística es variada, pero tiene fundamentalmente origen en las calles.

El último caso es el de las campanas de la iglesia de San Nicolás, en pleno centro histórico, pero al Síndic también han llegado durante el último año reclamaciones por el ruido del tráfico, de las terrazas, de los locales de ocio o de casales falleros. Estas quejas suponen el grueso de las peticiones por parte de los vecinos, pero también aparecen novedades como los polémicos apartamentos turísticos o incluso la lavandería del antiguo Hospital La Fe, situado en el barrio de Campanar.

Una de las quejas procede de un vecino de la calle Cura Femenía de Ruzafa, "una zona saturada de locales y terrazas que impiden el descanso de los vecinos, sintiéndose en la más ansoluta indefensión", recoge el escrito. El Ayuntamiento respondió al Síndic, José Cholbi, que iba a reordenar las terrazas en esa calle peatonal. Finalmente, tras las alegaciones del vecino, que se ratificó en su escrito inicial, el Síndic recomienda al Consistorio que tenga en cuenta en su reordenación "la conciliación del derecho al ocio con el derecho de los vecinos al descanso", que haga mediciones y, en su caso, que imponga sanciones a los locales que excedan los niveles máximos de ruido.

Otra queja describe los ruidos que padece desde 2011 por la presencia de personas  practicando el botellón "hasta altas horas de la madrugada" en un parque infantil situado frente a su casa. El Ayuntamiento contestó que la Policía Local patrulla la zona y suele dispersar estos grupos y requisar las bebidas y que, incluso, está desarrollando un operativo especial contra el botellón. El Síndic exige en su resolución que la Policía siga adoptando medidas e incluso que multe "por dispensación y consumo de alcohol".

En otro escrito se denuncian los ruidos que sufren los vecinos de la Gran Vía Germanías por la circulación de vehículos, tanto por el túnel como en superficie. El demandante pide, y el Síndic apoya que se valore, la colocación de pantallas acústicas y la creación de un seto central con palmeras como se ha hecho en Peris y Valero.

Las fallas también son motivo de queja ante el Síndic. Un vecino denuncia ruidos de la comisión Rodríguez de Cepeda-Lorenzo Palmireño por "carpa, verbenas y botellón" justo debajo de su ventana hasta pasadas las 4.00 de la madrugada. "El ruido es insoportable, ni con tapones se puede dormir". El Consistorio replica que no le constan denuncias, pero el Síndic le insta a compatibilizar la celebración de las Fallas con el derecho al descanso de las personas.

En total, durante el pasado año 2016, las quejas ciudadanas llegadas al Síndic de Greuges aumentaron un 3,9% respecto al ejercicio anterior y sumaron 14.143. El área más conflictiva fue la de Educación, según fuentes conocedoras de la Memoria Anual, que se presentará en Les Corts en los próximos meses.

La mediación de los "silenciadores"

Las quejas por contaminación acústica constituyen uno de los principales motivos de queja en numerosos barrios de Valencia. La difícil convivencia entre el ocio y el descanso llevó a la Concejalía de Protección Ciudadana a activar equipos de mediación para reducir el ruido nocturno en la calle.

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