Milán, mucho más que moda, un pasaje y una catedral

  • El barrio de los canales o 'Navigli' está lleno de tiendas, heladerías y bares en donde hacer el 'aperitivo' o cenar.
  • Las residencias palaciegas Il Castello Sforzesco está reconvertidas en museos.
Vistas de Milán desde la catedral de la ciudad.
Vistas de Milán desde la catedral de la ciudad.
GTRES
Vistas de Milán desde la catedral de la ciudad.

Milán es la capital del norte de Italia y de hecho, la capital financiera del país. Es una ciudad vinculada a la moda, al mundo empresarial, al fútbol, pero no suele estar en la lista de ciudades italianas que hay que visitar antes de dejar este mundo –es verdad que en el caso del país transalpino la competencia es muy dura–.

De Milán se suele pensar que basta con visitar su catedral, la Galería Vittorio Emanuelle y sus tiendas de moda. Pero hay más. La capital de la Lombardía tiene otros tesoros que no te debes perder si la visitas, aunque sea de paso.

I Navigli

Tras recorrer el centro de la ciudad, una de las opciones para relajarse es el barrio de los canales o 'Navigli'. Destaca, en especial, el 'Naviglio Grande', con sus dos aceras llenas de pequeñas tiendas, heladerías y bares en donde hacer el aperitivo, un buffet libre con pequeños bocadillos, ensaladas, arroces o pasta para acompañar un cóctel o una cerveza. Además, puede realizarse un paseo por el río mientras se cena o simplemente subirse a una de las barcas amarradas que sirven de restaurantes.

Il Castello Sforzesco

La Torre del Filarete es la entrada del Castello Sforzesco. La construcción, de color rojo ladrillo, se construyó en un principio como una fortaleza para pasar en épocas posteriores a modificarse y utilizarse como un palacio ducal. Su interior se organiza en torno a un patio alrededor del cual están las residencias palaciegas, ahora reconvertidas en museos.

Por ejemplo, en el Castello Sforzesco se encuentra una subsede del Museo Arqueológico de Milán, especializada en arte egipcio y prehistórico; el Museo de Arte Antiguo, con esculturas de Miguel Ángel o Andrea Mantegna; y una pinacoteca con pinturas del siglo XIII al siglo XVIII. Además, está al lado del Parco Sempione, un gran espacio verde que sirve para pasear, tomar el sol o practicar deporte entre grandes monumentos, como el Arco della Pace.

La Stazione Centrale

Una de las estaciones ferroviarias más grandes de Europa y también con mayor tránsito. Su construcción comenzó en 1906 aunque se acabó en 1931, ya con Benito Mussolini. Fruto de la tardanza en su construcción es la mezcla de estilos arquitectónicos, entre el Art Nouveau y el Art Déco unidos a los símbolos y la monumentalidad fascistas. Tiene una fachada de 200 metros de ancho y una bóveda de 72 metros de altura. Cuenta con una gran galería que sirve como vestíbulo de la estación, con grandes columnas y bloques de piedra.

Il Duomo di Milano

Y claro no podemos irnos de Milán sin ver lo más famoso. La de Milán es una de las mayores catedrales del mundo, con 157 metros de largo y de estilo gótico. Su exterior, en colores claros, contrasta con la oscuridad del interior, en donde impresionan sus columnas, sus grandes dimensiones y la vidriera que adorna la parte final de la nave central. Como monumento destaca la estatua de San Bartolomé. Se trata de una escultura de piedra que representa al apóstol tras ser desollado vivo y con la piel colgando sobre su hombro a forma de manto, y que puede conseguir que no dejes de mirarla durante unos minutos o que, en cambio, apartes la mirada al instante.

Galleria Vittorio Emanuele II

En la misma plaza del 'Duomo', se encuentra la Galería de Victor Manuel II. El pasaje está cubierto por arcos de hierro y techos de cristal con un espacio central coronada por una bóveda y presidida por el mosaico de un toro. Este es un lugar famoso para los que buscan suerte: otra tradición cuenta que girar tres veces con el talón sobre los testículos de suerte puede darte fortuna. En esta galería, se encuentran algunas de las firmas más lujosas de Italia, como Prada o Gucci. También hay negocios históricos, como el Caffè Campari, el restaurante Savini o la librería Rizzoli.

Otras pistas

Otros lugares de interés en Milán pueden ser el barrio de Brera, identificado con las artes, en el que se puede disfrutar de una tranquila cena observando a los lectores del tarot. Para los amantes de la ópera, el 'Teatro alla Scala'. Finalmente, se puede dar un paseo en bicicleta en torno a la ciudad descubriendo secretos como los restos de Mediolanum, la antigua ciudad de Milán.

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