Al menos dos monitores han fallecido y otros cincos han resultado heridos y retenidos por jóvenes que se han amotinado este lunes en un correccional de menores en Guatemala, aunque después ha sido liberado uno de ellos.

La Policía Nacional Civil (PNC) ha indicado que en el interior del centro estatal Etapa II hay 47 jóvenes de la pandilla Barrio 18 y 26 de ellos son "los inconformes", que solicitan la presencia de la Procuraduría de Derechos Humanos y de la Procuraduría General de la Nación, así como de jueces.

Durante el motín, los jóvenes tomaron como rehenes a los siete monitores, que fueron golpeados y a los que les quitaron sus radios, y también prendieron fuego a uno de los sectores del centro mientras clamaban que los querían matar, supuestamente a pandilleros de una mara rival.

Algunos intentaron darse a la fuga subiendo por techos y armados con palos, escaleras y cualquier utensilio que tuvieran a su alcance, pero un cordón de antimotines, que lanzó gases lacrimógenos, lo impidió desde el perímetro.

Los cuerpos de bomberos han confirmado la muerte de dos de las personas retenidas, una de ellas ya trasladada, mientras que varias, entre ellas menores internos, fueron atendidos en las inmediaciones, por golpes, intoxicación de gases lacrimógenos y también crisis nerviosas.

Las autoridades siguen sin conseguir retomar el control del centro pues supuestamente los internos piden, entre otras cosas, que trasladen a varios "amigos" y "compañeros" recluidos en otros correccionales a este centro.

Este incidente se produce a pocos días de que un incendio en el albergue de menores Hogar Seguro Virgen de la Asunción, ubicado en el mismo municipio, dejara 40 niñas y adolescentes muertas y varias heridas.

En ese refugio, a cargo de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia de Guatemala, se originó un incendio que supuestamente causaron las propias jóvenes en unas colchonetas para protestar por las agresiones físicas y sexuales que sufrían.

A lo largo de la tarde de este lunes, los amotinados han puesto en libertad a uno de los cinco rehenes que estaba en estado grave, mientras que los otros cuatro permanecen retenidos por los pandilleros.

El funcionario liberado -identificado como Tomás Yucuté, de 53 años- fue ingresado en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) con al menos veintidós heridas de arma blanca en distintas partes del cuerpo y está siendo operado ante la gravedad de su estado, según la Secretaría de Bienestar Social (SBS) de la Presidencia, responsable del centro juvenil.

Uno de los cuatro monitores retenidos ha pedido a las autoridades que cumplan con las exigencias de sus captores.

"Estamos suplicando y el Gobierno no quiere hacer nada (...) Dicen que están en procedimiento, pero no ponen atención a nuestras vidas (...) Estamos entre la vida y la muerte y el presidente (Jimmy Morales) no pone atención", dijo el monitor Aroldo Muñoz, desde una ventana.

Los reclusos amotinados exigen el traslado a ese lugar de otros compañeros que están internos en el centro Las Gaviotas, en la zona 13 de la capital.

Muñoz confirmó que él y los otros tres monitores retenidos están bien y exigió premura a las autoridades para hacer el traslado que los pandilleros solicitan porque "los adolescentes también tienen razón".

Por la misma ventana apareció uno de los jóvenes, quien pidió que "traigan a los demás compañeros, que allí donde están corren peligro", y afirmó que por ahora están hablando de "buena manera" y las autoridades "no quieren colaborar".

Según el joven, se sufre "mucho maltrato. Ya mucho aguantamos. Si no colaboran pues... No estamos solos pues. Solo queremos a los jóvenes, nada más".

"Mucho maltrato por parte de la Secretaría (de Bienestar Social de la Presidencia, a cargo del centro). Ustedes (los periodistas) piensan que estamos contando muchas mentiras", dijo, tras lo que denunció que desde ayer no les dan comida y se les ha cortado el agua y la luz.

Preguntado por qué mataron a dos de las personas que los custodiaban de las siete que tomaron como rehenes, indicó que ya habían liberado a una, con veintidós heridas de arma blanca. Insistió en que estaban hartos de los maltratos, que eran "diarios", pues "muchos nos golpean".