Javier Bardem: "Más allá de mi apellido soy una persona, a veces también fallo"

  • El intérprete encarna el papel del capitán maldito Salazar en 'Piratas del Caribe: la venganza de Salazar'.
  • "Imaginé el personaje de Salazar entre un toro en el ruedo y un cantaor".
  • "Tengo en cuenta el factor económico para aceptar un guion, pero no lo es todo".
El actor Javier Bardem, protagonista de 'Piratas del Caribe: la venganza de Salazar', en la presentación de la película en Disneyland París.
El actor Javier Bardem, protagonista de 'Piratas del Caribe: la venganza de Salazar', en la presentación de la película en Disneyland París.
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El actor Javier Bardem, protagonista de 'Piratas del Caribe: la venganza de Salazar', en la presentación de la película en Disneyland París.

Javier Bardem (Las Palmas de Gran Canaria, 1969) gusta tanto –o más– fuera como dentro de España. En un encuentro con la prensa europea en Disneyland París con motivo de la presentación de Piratas del Caribe: la venganza de Salazar (estreno 26 de mayo), todos los periodistas estaban deseando charlar con él sobre su papel del villano Salazar. El actor, que no respondió preguntas personales ni sobre sus últimos problemas con Hacienda, sí contestó dicharachero y sin pelos en la lengua sobre su trabajo.

¿Conocía la saga de Piratas del Caribe antes de hacer esta película?

Sí, recuerdo que en 2003 estaba en un pueblo de Islandia de vacaciones y vi en un cine el título de la primera película. Siempre me habían gustado las cintas de piratas y esta la disfrute muchísimo. En la anterior [En mareas misteriosas] acompañé a mi mujer, Penélope Cruz, al rodaje en Hawai y Los Ángeles y me gustó mucho cómo trabajaban.

Después de No es país para viejos, de los hermanos Coen, y Skyfall, con Sam Mendes, volvemos a verle en el papel de malo.

Soy actor, interpreto papeles y me gusta encontrar cosas interesantes para participar en películas como esta. Sí, son villanos, pero también son más que eso, la forma en la que están escritos aporta algo más. He tenido la oportunidad de rodar con directores fantásticos que me han dejado libertad. Nunca sentí presión por lo que tenía que hacer.

Su papel de Salazar en esta película tiene muchos efectos especiales. ¿Fue complicado rodar con esa tecnología?

Cuando acepté el papel y vi la idea de lo que querían hacer, supe que era complicado. Necesitaría unos grandes maquilladores y técnicos de efectos especiales. Mi preocupación era no poder expresarme, pero desde el primer día respiré tranquilo. Todo mi personaje ha implicado a un montón de gente y he tenido que lidiar con grabar delante de una pantalla azul la mayor parte del tiempo. Me recuerda a cuando te decían de pequeño: «Hazle algo a los invitados», y tú no sabías qué hacer [risas]. Fue divertido imaginarlo todo.

Viene de una larga tradición interpretativa en su familia. ¿Cómo cree que ha influido en su carrera? ¿Le gustaría pasar ese testigo a sus hijos?

Vengo de una familia de actores y siempre he tenido una responsabilidad con la gente que tenía detrás y que había pasado momentos muy duros para llevar arte al escenario. Lo que pase en el futuro no me importa, la verdad, hago lo que puedo. Más allá de mi apellido soy una persona, a veces fallo, tengo suerte o no...

Salazar es un personaje español. ¿Cómo ha trabajado con los directores ese carácter ibérico que se ve en la cinta?

Para buscar el personaje me adentré en la historia de la armada española, cuando era más fuerte incluso que la inglesa. La mayoría de los capitanes eran de Andalucía. Imaginé a Salazar entre un toro en una corrida, sangrando en la arena con una espada a la espalda; y un cantaor de cante jondo, profundo, lleno de dolor y sufrimiento. Muchas veces improvisaba. Mickey Mouse no me ha enseñado ninguna de las expresiones españolas que digo en la película [risas].

¿Cuál es su método para encarnar a estos villanos?

Una de las cosas que es más complicada cuando eres actor son las emociones. Cuando empiezas en esto quieres mostrar emociones porque llegan rápido al público y son muy bien recibidas. Pero las emociones son consecuencia de las experiencias. No es cuestión de estar triste, o enfadado, sino de imaginar lo que le pasa a tu personaje. Si todo el rato piensas en ti y en ti, necesitas ir a terapia y no a un rodaje [risas]. La terapia está bien, pero cuando eres actor tienes que dejar tu mierda a un lado. De otra manera tendrás que poner ojos llorosos en las películas... bueno, hay gente que ha ganado Óscars por eso [risas]. ¡Quizá lo gané yo por eso! La emoción es siempre muy aplaudida.

¿Y todo eso es posible en una película taquillera como esta?

Sí, es lo divertido. En Piratas del Caribe hay grandes monstruos y efectos especiales, pero se cuida la parte artística. Nunca he sentido que cada toma que hacíamos de más costaba millones, trabajé a gusto.

¿Cómo elige los papeles? Ahora recibirá muchos guiones...

Recibo guiones, que ya es mucho, hay  actores que no pueden vivir de su trabajo. Intento elegir con sentido común, artístico y financiero, claro. En esta película te pagan y luego puedes pasarte 2 años sin ganar un céntimo, eso es mucho tiempo. El dinero es bueno, pero si eres actor querrás las películas más artísticas, si no estarás muerto en tu carrera.

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