Investigados otros dos taxistas más por coacciones y amenazas en el aeropuerto de Sevilla

Taxis en una parada de Sevilla.
Taxis en una parada de Sevilla.
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Taxis en una parada de Sevilla.

La Brigada de Información de la Policía Nacional ha investigado a dos taxistas más, en las pesquisas relativas a las presuntas coacciones y amenazas de un grupo de profesionales de dicho sector hacia otros compañeros o conductores de vehículos de transporte concertado (VTC), con relación a los servicios en el aeropuerto hispalense. Así las cosas, las diligencias policiales suman ya 32 taxistas investigados, cinco de los cuales fueron incluso detenidos.

Según han confirmado fuentes policiales, ambos fueron citados en calidad de investigados este pasado lunes en la Jefatura de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, donde se habrían acogido a su derecho constitucional a no declarar. Tras ello, quedaron en libertad con cargos por presuntos delitos de seguridad vial, coacciones y amenazas y pertenencia a grupo criminal, al igual que los restantes taxistas investigados.

Dentro de esta investigación, además, los agentes registraban recientemente la sede de la asociación Solidaridad Hispalense del Taxi, una de las dos principales organizaciones gremiales del sector del taxi de Sevilla, con fuerte presencia en el aeropuerto. La sede de la asociación, de hecho, está enclavada en las instalaciones del aeropuerto.

Durante dicho registro, saldado días atrás con el decomiso de discos duros y diverso material informático en estas instalaciones del aeropuerto, los agentes arrestaron además a un taxista de 59 años, al localizar en su vehículo elementos como un punzón, jeringuillas, una capucha y huevos, efectos que los investigadores relacionan con los ataques denunciados por los conductores de vehículos de transporte concertado que trabajan para empresas de alquiler de coches con chófer como Cabify.

El conflicto del taxi

La mencionada investigación policial se encuadra así en el conflicto desencadenado en Sevilla entre el sector del taxi y el de los vehículos de transporte concertado. Al respecto, la Unión Nacional de Autoturismos (Unauto), que agrupa al sector de los VTC, advertía recientemente a la propia fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, de la "insostenible situación de violencia" que sufren los conductores que ejercen esta actividad en Sevilla, para empresas de alquiler de coches con chófer como Cabify.

En los últimos seis meses, según Unauto, la organización ha denunciado "más de 40 altercados" en la ciudad hispalense, aunque "los incidentes por taxistas que amenazan, persiguen o coaccionan a los conductores (de VTC) ocurren prácticamente a diario".

El director de Cabify, Mariano Silveyra, se reunía también recientemente con el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, reclamando "mano dura" ante los "insultos, amenazas, encerronas y agresiones" que los conductores que trabajan para la empresa aseguran padecer por parte de taxistas.

El sector del taxi, de su lado, se desliga de tales altercados y acusa a los conductores de VTC de incurrir en situaciones de "intrusismo" o competencia desleal, pues la regulación de los VTC es diferente a la de los taxis y más restrictiva.

La situación, en cualquier caso, tocó techo la madrugada del martes de la última edición de la Feria de Abril. Aquella noche resultaron incendiados nueve turismos VTC desplazados de Madrid a Sevilla para reforzar los servicios de la empresa Cabify con motivo de la Feria, en un alojamiento rural de Castilblanco de los Arroyos donde descansaban sus conductores.

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